Los peritos ratifican que el acusado de Corbán circulaba a 113 km/h, en una zona de 50, antes de colisionar con el coche de las dos fallecidas

La segunda sesión del juicio que se sigue en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Cantabria arrancó con la declaración del novio de Natalia, una de los dos fallecidas en el accidente. Según relató, ambos tenían una relación sentimental desde el año 2009 y siete años después empezaron a vivir juntos. «Éramos como un matrimonio, de hecho estábamos comprometidos y nos íbamos a casar. Se lo comunicamos a nuestros amigos en 2019 (un año antes del fatal accidente)». Después declaró la madre del novio de Natalia, propietaria del coche en el que circulaban las dos jóvenes en el momento de los hechos. «Eran novios desde críos», apuntó en referencia a su hijo y Natalia. Y también compareció, visiblemente afectada, la madre de Natalia, que dio cuenta de la relación que mantenía su hija con su novio. «Eran novios desde el instituto, continuaron con la relación cuando ambos se fueron a la universidad, uno a Valladolid y otro a Salamanca. Después vinieron a Santander a vivir y encontraron trabajo. Tenían una relación de respeto y amor. Mi hija solía decirle: 'Bueno amor, en casa lo hablamos'. Eran una pareja ideal. Daba gusto verles y oírles. Los dos querían hacer una vida juntos».

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Tras estos duros y emotivos testimonios, tuvieron lugar las periciales. En primer lugar comparecieron dos policías locales que elaboraron el atestado-informe del accidente. A preguntas del fiscal ratificaron que la acompañante del acusado apuntó el día del accidente que la velocidad a la que podían ir era «¿140 km/h?» , si bien dijo que no era conductora y este martes, durante su declaración, quiso matizar esa afirmación «puesto que me encontraba también afectada por el alcohol».

Respecto a las condiciones de la vía, los agentes señalaron que «todo estaba perfectamente señalizado» e hicieron referencia a que primero el acusado pasó por un tramo limitado a 30 km/h (allí está el Colegio Verdemar) y después por otro de 50 km/h. Además, sobre las modificaciones que presentaba el vehículo de Luis Echevarría, apuntaron que el coche tenía «aspecto deportivo» con elemento que «no eran de serie». «Las modificaciones no constan en la ficha técnica». «No habría pasado la ITV».. Y en el caso de los neumáticos afirmaron que tenían un «desgaste avanzado, como si estuvieran acabados». Si bien, los peritos de la Guardia Civil apuntaron después que se encontraban dentro de los límites para poder circular con ellos. Aun así, los policías locales han considerado que el estado de los neumáticos del coches del acusado correspondían a una conducción «·agresiva, deportiva». «Salvando las distancias es lo que se suele ver en la fórmula 1».

Uno de los agentes consideró que los tres factores que provocaron el accidente mortal fueron la «velocidad desorbitada, no respetar las normas de circulación y la conducción bajos los efectos del alcohol».