La asamblea de médicos decide hoy si firma el borrador del preacuerdo con Sanidad y levanta la huelga

A juicio de Raba, «faltan esas garantías que hemos exigido a Sanidad y que nos tienen que llegar antes de la reunión, que fundamentalmente consisten en que, lo que se ha pactado, los pacientes y los médicos lo empiecen a notar desde mañana».

Reyes Maza, pediatra en el centro de salud de Gama, se desplazó junto a sus hijas hasta la capital para denunciar el «preocupante estado» de la Atención Primaria. Y lamentó haber perdido la confianza en la Administración. «Mantengo la esperanza de que cumplan lo pactado pero no sería la primera vez que fallan. En 2019 firmaron en el Boletín Oficial de Cantabria unas condiciones que no se han cumplido». Por eso, ahora la doctora exige garantías de que los acuerdos a los que se llegue se hagan realidad y que no vuelvan a quedarse en papel mojado.

Junto a ella estaba Carmen Madrigal, pediatra en General Dávila (Santander), que cree que las principales víctimas de esta situación son «los pacientes». Precisamente por eso considera que, por su parte, «debería ser una obligación hacer visible el deterioro de la sanidad pública». De hecho, los médicos que han hecho huelga en la últimas semanas han intentado concienciar a sus pacientes de que unas mejores condiciones laborales –sobre todo en lo que se refiere a las agendas– repercute en una mejor atención a los usuarios.

El vicesecretario del Sindicato Médico, Óscar Pascual González, fue el encargado de leer el manifiesto ante una multitud que sostenía sus reivindicaciones a través de pancartas y pitidos. «Estamos aquí para defender la Atención Primaria de calidad. Porque no podemos permitirnos que siga degradándose tanto. Nuestros pacientes tienen derecho a ser atendidos adecuadamente. Y para ello el tiempo es nuestro mejor aliado. Un mínimo de diez minutos por paciente», reclamó.

Pascual también hizo alusión a las agendas de trabajo que «han ido progresivamente aumentando desde hace años, bastante antes de la pandemia». «Obligándonos a adaptarnos a una medicina de guerra, atropellada y de prisas». Y añadió: «No podemos olvidar el dramático y creciente problema de las agresiones en los centros sanitarios, cuyas consecuencias han sufrido muchos de nuestros compañeros», para los que pidió un aplauso.

El vicesecretario del sindicato finalizó pidiendo disculpas a los pacientes «por las seguras molestias que están padeciendo estos días en la confianza de que sabrán comprenderlas».

El momento más emotivo se produjo cuando Andrés Cabezas, uno de los manifestantes, pidió a los organizadores subir al escenario para decir unas palabras. «Esto no estaba preparado. Pero quería expresar que estoy eternamente agradecido a todos los médicos. Llevo 16 años con vida gracias a ellos. Tenemos uno de los mejores sistemas de salud del mundo. Debemos dedicar la vida a nuestros mayores, a nuestros menores y nos tenemos que descubrir ante esta gente que hace lo indecible. Yo les debo la vida», concluyó.