Un pescador aficionado saca el campanu en el coto de Puente Viesgo

El primer salmón de la temporada, un buen bicho de 7,260 kilos y 90 centímetros de largo (45 de circunferencia), se ha pescado en el río Pas con cebo de gusana y quisquilla a las 12.45 horas en el Pozo de las Escuelas, perteneciente al coto de Puente Viesgo.

Pereda Gómez, de 54 años y vecino de Rasines, como la corriente del río, se dejó llevar por la afición de su cuadrilla. «Yo pescaba solo trucha, pero los amigos comenzaron con el salmón y yo fui detrás. De todos modos, lo mejor de la pesca es compartirlo con la cuadrilla», reflexiona. Pero no todo es jauja. Detrás de toda recompensa, como los primeros 2.000 euros que le dará la organización de la subasta que hay preparada para mañana, hay un esfuerzo: «He salido de casa a las seis de la mañana y a las siete ya estaba en la orilla del río».

Para que el campanu no acabe desmenuzado en una cena de amigos -como ocurrió el año pasado- o vendido a un particular por cuenta del pescador, la organización de la I Fiesta de la Pesca y Subasta del Campanu ha ofrecido a Pereda Gómez 2.000 euros por el ejemplar. Y además de ese pellizco, mañana lo que se saque de la puja, que ha cambiado de localización por las malas previsiones del tiempo, será en el pabellón de Vioño, también irá a parar a la cartera de Pereda Gómez.

¿En qué vas a gastar el dinero? «Compraré una caña porque al sacar el campanu se rompió la puntera. Creí que había perdido el salmón, pero no, seguía enganchado y gracias a las instrucciones del compañero que tenía al lado, que me fue indicando en todo momento, pudimos sacarlo», explica sin olvidar mencionar que «el resto del dinero lo compartiré con mis amigos, por supuesto».

Cuenta que al principio no fue muy consciente de que había pescado el campanu, pero cuando lo vio postrado en la roca, «tan grande», comenzó a ponerse nervioso. Lo primero que hizo fue llamar a su chica y a su hija para contarles la hazaña: «De primeras pensaban que les estaba vacilando, pero después ya me creyeron». Para cuando colgó el teléfono, la noticia ya había corrido por todos sus grupos de WhatsApp, así que hoy le espera todo un día de felicitaciones y palmadas en la espalda.