Podemos Cantabria elegirá en mayo a su nuevo líder tras un año con una gestora

El nuevo líder sustituirá al actual equipo técnico constituido por los cinco miembros que fueron elegidos por Madrid, del que forma parte la exconsejera de Sanidad socialista Rosario Quintana y que tiene como portavoz a Mercedes González. Saldrá de una asamblea autonómica, la cuarta que celebra Podemos desde su constitución en Cantabria, en la que también se fijarán las líneas maestras del nuevo proyecto para la región y los municipios. En este proceso interno también nacerá el nuevo Consejo Ciudadano -la dirección colegiada- que acompañará al secretario general en el objetivo de recuperar el peso perdido y tratar de unir a una organización profundamente dividida por los conflictos internos y luchas de poder en su cúpula. Desde febrero de 2015, la marca cántabra de Podemos ha tenido cuatro barones distintos: Juan Ramón Blanco, Julio Revuelta, Alberto Gavín y Rosana Alonso.

Aunque desde el inicio la gestora anunció que no se abriría el melón hasta que hubiera un Gobierno nacional, los acontecimientos se precipitaron la semana pasada, cuando Pablo Iglesias anunció el adelanto de la asamblea estatal (Vistalegre III) al mes de marzo, una cita en la que tendrá que ser ratificado el ahora vicepresidente del Ejecutivo de coalición PSOE-Unidas Podemos y con él su proyecto político. En esa reunión, en la que participaron los responsables de organización de todos los territorios y en la que hubo representación cántabra, se acordó que el siguiente paso sería renovar, al menos, nueve direcciones autonómicas, las que están vacantes. En seis de ellas hay actualmente una gestora por diferentes motivos no muy distintos a los de Cantabria. En otras tres, el mandato de sus responsables ha caducado.

La consigna general es que las asambleas autonómicas se celebren dos meses después de la estatal. Es decir, en mayo, aunque aún no hay una fecha cerrada. Lo que todavía no se conoce es cómo será el proceso. Hay muchas dudas al respecto, porque dependerá de lo que voten todos los afiliados de España y de lo que pase en marzo en Madrid. «No podemos empezar a trabajar nada porque no sabemos los cambios que se pueden producir», apunta González, quien sí garantiza que lo que seguirá igual es que se hará por primarias. El objetivo es que Podemos tenga una dirección «sólida y elegida democráticamente».

El escenario ideal para la gestora es llegar a la asamblea autonómica con una única lista que deje atrás la etapa de convulsión interna: «Por todos los conflictos que hemos tenido en este tiempo, lo que hemos transmitido en las reuniones con los círculos es que creemos que lo mejor es integrar a todas las partes. En los anteriores procesos de primarias el partido se ha dividido en dos. Ahora lo que hace falta es unir y no que el ganador pase el rodillo». González también espera que cambie la dinámica interna del partido, que los debates sean vivos, pero que fluyan por los cauces adecuados y que todos los integrantes hayan aprendido «qué es lo que no debemos ser».

Partiendo de los documentos de Vistalegre III, se establecerá un calendario que, necesariamente, será muy ajustado. En esos dos meses tendrá que convocarse el proceso, abrir las inscripciones, revisar las candidaturas, subsanar posibles errores y establecer un periodo de votaciones. Lo previsible es que no haya grandes cambios respecto al proceso anterior, por lo que volverá a requerirse un número mínimo de avales para poder optar a la Secretaría General autonómica. Quien dé ese paso tendrá que presentar también una propuesta organizativa, política y ética. Además, puede o no presentar una lista asociada de personas que concurran al Consejo Ciudadano.