La Policía cierra el pub El Cielo por peleas, drogas y consumo de alcohol de menores

«Actúo como concejal, como padre de una menor y como vecino de la zona y lo que se vivía en este establecimiento todos los fines de semana no se podía tolerar más», señala. El pasado 18 de marzo el grupo regionalista solicitó todas las actas levantadas en las intervenciones policiales «y a partir de ese momento se tomaron medidas».

Se procedió a sancionar al empresario responsable del establecimiento con una multa cercana a los 300.000 euros; pero según fuentes del Consistorio, las infracciones continuaron semanas después, por lo que finalmente se procedió a la clausura del local, hace poco más de un mes. Lo explica el concejal de Seguridad Ciudadana, Pedro Nalda: «Lo que se ha adoptado es una resolución de cierre cautelar temporal hasta que se resuelva completamente el expediente sancionador, que es lo que indica la ley».

Los requerimientos ciudadanos -la mayoría vecinos de la zona- llegaban fin de semana sí, fin de semana también. «No nos ha quedado más remedio que actuar porque denuncias relacionadas con incumplimientos de normativas hay todos los días; pero en este caso han sido tan graves, tan excepcionales, que no ha quedado más remedio que clausurarlo».

Las alarmas saltaron cuando varios padres denunciaron que sus hijos habían confesado que en el local se les había ofrecido droga. El concejal del PRC recuerda que fue entonces cuando decidió actuar: «Ya no estábamos hablando de incumplir ordenanzas municipales, sino de una cuestión de salud pública».

Los agentes de la Policía vieron frustradas algunas de sus intervenciones, pues tras calcular los riesgos de alguna de las intervenciones, decidieron no desalojar el local «porque habría sido temerario. Se habría podido montar una trifulca importante, todos contra todos y la mayoría contra nosotros», cuentan fuentes de la Policía Local. De hecho, algunos agentes fueron atacados en el interior. Llegaron a lanzarles botellas por la espalda porque no querían verlos por allí.

En el otro lado, el responsable del local atribuye las actuaciones a un error: «No tenía conocimiento de la licencia que tenía, pensé que era de bar mixto, que permite la entrada de menores mayores de 16 años, y en realidad era licencia de pub», cuenta el empresario, que prefiere mantenerse en el anonimato. Aunque eso no encaja con las 26 intervenciones policiales, que fueron seguidas de informes y apercibimientos.

«Siempre hemos pedido el DNI a los clientes y muchos lo falsificaban. No podemos controlarlo todo porque no somos policías», justifica el dueño. Lo hace también con la venta de alcohol o drogas a menores: «El problema es que los mayores de edad pedían las copas y luego se las daban a los más pequeños, que muchas veces ya venían bebidos de la calle», porque, según denuncia, en el parque de Amaliache, en Tetuán, se convocan muchos botellones. Sobre el tabaco, «lo que tengo son cachimbas, tabaco sin nicotina, que es completamente legal y otros locales lo tienen».

En lo que se refiere a las drogas, «no teníamos ni idea de que eso estaba sucediendo. Repetimos lo mismo, no somos policías y no podemos controlar que la gente que entra pueda dedicarse a esto. A ninguno de los que trabajamos aquí se nos ha ocurrido nunca ofrecer droga a nadie. Eso es escandaloso». Y concluye: «Error mío, tengo claro que algunas cosas sucedieron porque debíamos haber tenido más cuidado con la gente que venía y lo que hacía. No volverá a suceder», promete.