«Para poner freno a esta situación es precisa la colaboración de todos»

«Somos conscientes de la compleja situación epidemiológica en la que nos encontramos y vamos a hacer todo lo que esté en nuestra mano para solventarla siguiendo a rajatabla todas las instrucciones que nos dicten las autoridades sanitarias. Apelo al civismo y la responsabilidad individual de los laredanos para que sean estrictos en el cumplimiento de las normas sanitarias: para poner freno a esta situación es precisa la colaboración de todos y cada uno de los ciudadano», insiste Losa.

A diferencia de Laredo, en Santa Cruz de Bezana hay un porqué a su tasa de 565: el brote en la residencia de mayores Bimbiles, en Sancibrián. «Personalmente, no solo me preocupa, sino que me afecta emocionalmente: es un colectivo muy frágil y delicado», dice su alcalde, Alberto García.

«Los contagios están muy focalizados: con 72 afectados en el municipio, si restásemos los que corresponden a la residencia nos quedaría un promedio muy por debajo de la media de Cantabria. Eso no evita que estemos muy preocupados porque, además, aunque sea un foco localizado hay posibilidad de permeabilidad», concluye.

Santoña (480), tras superar un brote en su geriátrico, no ha logrado reducir el número de casos. El regidor, Sergio Abascal, todavía tiene reciente el recuerdo del cierre a que se sometió al municipio. «Estamos a favor de todas las medidas que se establezcan, siempre que tengan criterio sanitario, con carácter global y genérico. A nosotros nos afectó mucho el confinamiento, pero cuando otros municipios tuvieron también una incidencia alta la medida se aplicó a todos. Lo que pedimos es que se mantenga el mismo criterio siempre».

«El adelanto del toque de queda o cualquier otra medida son decisiones que no debemos tomar los políticos, sino los que saben de esto», opina Javier Fernández Soberón, alcalde de El Astillero (419). «Los responsables médicos dijeron que no debíamos juntarnos en Navidad y no hicimos caso, y ahora toca cumplir para que no se nos vaya de las manos. Responsabilidad y sentido común es la mejor fórmula para acabar con la enfermedad, en nuestras manos está».

En el vecino Camargo, la tasa es algo menor, 363. «No tenemos ningún foco: el problema es cuando nos relajamos a nivel familiar o de ocio, que son los ámbitos en los que nos estamos contagiando», reflexiona Esther Bolado, su regidora.

«Por muchas medidas que tomemos, si a nivel individual no somos responsables no conseguimos nada. Por que cierren antes tampoco se va a conseguir que la gente deje de relacionarse: todos debemos centrarnos, ver en qué punto estamos y tomar medidas a nivel individual que nos van a beneficiar como colectivo. Con distancia social y mascarilla podríamos evitar esta ola, activar la economía y funcionar con cierta normalidad hasta que llegue la vacuna a toda la población», afirma Bolado.