El PRC llama «rebajuca» fiscal a la reforma del PP, para Vox se queda corta y el PSOE se opone

Como aún dispone de tiempo para convencerlos, Buruaga metió una marcha más y pasó al ataque tras escuchar las críticas. «Les ha pillado a contrapié, fuera de juego, por no decir absolutamente noqueados», afirmó a preguntas de los periodistas. «Tampoco les vendría mal ponerse al día de lo que es el Derecho Tributario y de cómo funciona la Declaración de la Renta», subrayó. A primera hora de la mañana, sin haber escuchado siquiera estas palabras, los regionalistas Pedro Hernando y Paula Fernández recordaron a la presidenta «que gobierna en minoría». Podría parecer una obviedad, pero fue su manera de recordarla que su propuesta de reducción del IRPF –«a todos los cántabros, sin excepción»– y de bajar todos los impuestos autonómicos no les ha gustado nada.

El PRC le lanzó este mensaje. «Su reforma es una rebajuca fiscal, incumple por completo el programa electoral con el que el PP se presentó a las elecciones y nos preocupa mucho por ver cómo se van a sostener los servicios públicos», afirmaron al alimón Pedro Hernando y Paula Fernández. La autodenominada «revolución» planteada por el PP costará a las arcas públicas unos 90 millones de euros por ejercicio –360 en los cuatro de legislatura– que son los que los populares calculan que tendrán los contribuyentes en sus bolsillos para estimular la economía y así aumentar la recaudación. La clásica receta liberal que aseguran ya funciona en otras autonomías.

Los regionalistas lo ven «como la película de Robin Hood, pero al revés». E ironizan: «No se trata de quitar el dinero a los pobres, como se propone la presidenta, para dárselo a los ricos». La reforma del IRPF fue contra lo que más arremetieron. «A los que ganan menos de 13.000 euros, que no tienen la obligación de declarar, se lo bajan un punto;a los que ganan más de 60.000 y 90.000, dos y tres puntos, pero los que ganan entre 21.000 y 60.000 euros, que es donde estamos todos los cántabros, solo un 0,1%», apostillaron.

Aun así, el PRC quiere estudiar toda la documentación antes de tomar una decisión. Hernando avanzó algunas pistas y dejó abierto solo un resquicio «si el Mago Pop de la economía del PP puede hacer el arte de cuadrar todas las cuentas y no tocar los servicios públicos, si les aplica un punto a los que ganan menos de 21.000 euros, otro punto a los que ganan entre 21.000 y 60.000 euros y a los de más de 60.000 les reduce de dos y tres a un punto porcentual».

Tampoco la supresión del Impuesto sobre el Patrimonio, con el que los regionalistas estaban de acuerdo, les ha dejado satisfechos. «En nuestro programa llevábamos que debía ser suprimido, ¿pero es ahora el momento adecuado?», se preguntaron Hernando y Fernández. Al PRC no le vale el argumento de que los 20 millones de euros que van a dejar de pagar los que ganan más de 700.000 euros se deba a una estrategia para evitar su marcha de la comunidad. «¿Saben los cántabros que aquí hay 3.025 ricos, con un patrimonio medio de 2,68 millones, y que este año son 50 más que el anterior?», volvieron a preguntarse. «¿Se ha ido alguno?», continuaron. «No», se respondieron finalmente. El PRC no comprende la eliminación porque hay un tributo homólogo vigente a nivel estatal, el de Solidaridad de las Grandes Fortunas (Itsgf). «Si no lo pagan aquí, lo harán en Madrid. Así que los 90 millones anunciados se quedan en 70», subrayaron.

Vox lleva desde el inicio de legislatura enfadado con su socio natural. Y no lo esconde. «Es decepcionante que, recaudando un exceso de 150 millones por el IVA y el IRPF a consecuencia de la inflación, se presente una rebaja fiscal de solo 90 millones», señaló Leticia Díaz a El Diario Montañés. «Si tenemos en cuenta la gran cantidad de compromisos millonarios adquiridos por la firma del acuerdo del PP con el PRC, el PP tiene muchas cosas que explicar», recalcó.

Además, reconoció que «a fecha hoy, a pesar de su minoría parlamentaria, el PP no nos ha llamado para explicarnos su reforma».

También aseguró Díaz que en Vox son «más ambiciosos con la necesidad de reducir la presión fiscal a los ciudadanos». Y concluyó con tres recados: «El PP prometió en la pasada legislatura deflactar un 10% las tablas de IRPF y no lo ha hecho. Tampoco ha reducido el gasto político ni el de la propia estructura societaria del Gobierno autonómico».

El PSOE calificó las intenciones de la presidenta Buruaga de «mala noticia» y la acusó de gobernar para las élites económicas. «Bajar dos puntos el IRPF por encima de 60.000 euros y tres a los de más de 90.000 euros es premiar a los de más arriba en detrimento de los de debajo», afirmó Pablo Zuloaga. Los socialistas quieren frenar las intenciones de sus sucesores en el Gobierno haciendo «un llamamiento» al resto de partidos de la oposición para detener la reforma planteada. «Usan la receta de siempre, la que aplican en Madrid y la que ya usaron aquí en diferentes gobiernos para recortar lo público y así privatizar servicios y generar perjuicios a los ciudadanos», concluyó.