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El paso parlamentario dado por PP y Vox para derogar la Ley de Memoria Histórica y Democrática de Cantabria –una norma impulsada la pasada legislatura ... por PRC y PSOE y alumbrada a finales de 2021– no ha gustado a sus impulsores, que, tal y como era de esperar, no han tardado en dejarse oír. No solo porque consideren que esa decisión es un grave error, sino porque, según dicen al respecto regionalistas y socialistas, este acuerdo entre las derechas «podría suponer el comienzo de un 'tándem regresivo'» en lo que a los derechos y avances sociales se refiere.
Interceptados y preguntados en los pasillos del Parlamento, que había dejado para ayer por la mañana lo que no había podido acabar el lunes por la tarde, Miguel Ángel Revilla y Pablo Zuloaga expresaron su preocupación por un acuerdo que temen sea el primero de otros muchos «contra decisiones importantes que han servido para modernizar y hacer avanzar a Cantabria», según dijo el expresidente en una primera valoración.
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El líder de los regionalistas, a quien el acuerdo entre PP y Vox le parece «una mala noticia», espera «que no sea el preludio de otras de este mismo porte». Aunque lo espera sin mucha fe. «Esto es un poco el comienzo de algo que probablemente vaya a ocurrir», avisó el expresidente: «una involución en las leyes progresistas» que el Gobierno bipartito PRC-PSOE, con él al frente, había venido aprobando en las últimas legislaturas.
«Podríamos decir que ayer (por el lunes) el PP y Vox han enseñado la patita», añadió Revilla, que negó rotundo que la ley esté hecha, como dicen PP y Vox, tomando en consideración solamente a uno y no a los dos bandos que protagonizaron la Guerra Civil.
«Eso no es cierto», subrayó. «El artículo 1 lo dice clarísimo. Esa ley atiende a todos aquellos que tuvieron represión política de cualquier tipo desde el inicio de la Guerra Civil hasta 1978, que es el año en el que se aprobó la Constitución», dijo Revilla, que valoró el «enorme cuidado» que los regionalistas pusieron «para que no fuese una norma sectaria y acogiese absolutamente a todos los que se sintieron represaliados, a los de un bando y a los del otro».
Vistas «las afinidades ideológicas» que existen entre PP y Vox, «muy amplias» a su modo de ver, Revilla se confesó expectante ante la gran batalla que supone la elaboración y aprobación de los Presupuestos de Cantabria para el próximo año», debate, acabó, «en el que vamos a ver si hay una voluntad de consensuarlos o, por el contrario, el PP prefiere sacarlos adelante con Vox».
Muy en la línea del expresidente, el exvicepresidente, Pablo Zuloaga, afirmó que el acuerdo plenario alcanzado por PP y Vox para echar abajo la Ley de Memoria Histórica y Democrática «es un caso gravísimo de retroceso de los derechos y avances sociales». A su manera de entender, ese pacto de las derechas «demuestra que el PP está a disposición de la extrema derecha en una hoja de ruta muy clara, que es la de retroceder en derechos», subrayó el líder de los socialistas, para quien la del lunes «fue una jornada sin duda realmente triste».
Lo mismo que Revilla, Zuloaga tampoco dio por válidos los argumentos con los que el nuevo Gobierno pretende derribar la norma que ellos construyeron. «Niego la mayor», protestó. «No es una ley sectaria, no es una ley que busque premiar a unos para castigar a otros, no es una ley que hable de bandos, es una ley que habla de víctimas. Y lamentablemente, víctimas lo fueron todos», indicó Zuloaga, para quien esta norma «blinda los derechos de quienes siguen sin conocer dónde están sus familiares muertos».
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