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Si usted tiene la sensación de estar en una joyería y no en el supermercado cuando pasa por la caja la botella de aceite no es una cosa suya. En un año, en Cantabria, la subida de este producto ha sobrepasado el 25%. Le pudo ... pasar algo parecido cuando fue a por el lechazo para Nochebuena. La carne de ovino subió más del 12% con respecto a diciembre de 2022. Son algunos de los datos que más llaman la atención si uno mira con detalle las variaciones del IPC en la región durante el pasado diciembre, publicadas en el Icane (Instituto Cántabro de Estadística). En números gruesos, aunque hubo un ligero descenso con respecto a noviembre (0,1%), la subida de los precios con respecto al año anterior fue del 3,3%. Bajó el grupo genérico que forman 'vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles', pero subieron todos los demás. De hecho, la inflación subyacente (la que se mide sin tener en cuenta ni los precios de la energía ni la de los alimentos no elaborados) creció el 4% durante el último año.
Los datos de Cantabria varían ligeramente respecto a los generales de todo el país. Aquí hubo bajada –mínima, pero bajada– al comparar con noviembre, mientras que en España, en su conjunto, no se registró variación. Pero la subida en la región fue más pronunciada tanto en la inflación general (3,3% frente a 3,1%) como en la subyacente (4% aquí y 3,8% a nivel nacional). Con todo, el dato de diciembre es el más bajo registrado en Cantabria desde agosto de 2023.
El Icane desgrana la información en doce grupos genéricos (es así como se hace según la clasificación europea de consumo). La mayor subida se registró en el de 'alimentos y bebidas no alcohólicas'. El 7%. Pero, desmenuzando los datos, se pueden consultar varios de este apartado de forma más concreta (algunos están en la tabla adjunta). La subida brutal del aceite o la de la carne de ovino y otras como la de porcino (un 11,3%), la de las frutas (14%) o la de las patatas y sus preparados (9,4%).
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Clara Alba
No conviene perder de vista la evolución de otros productos rutinarios. El café (incluido con el cacao o las infusiones) se encareció el 6,9%. El agua mineral, los refrescos o los zumos, el 5%. Y el azúcar, por poner otro ejemplo de uso diario, de compra cotidiana, el 4,6%. Bajaron, por su parte –son los menos casos–, productos como las frutas en conserva y los frutos secos (-1%) o la leche (-0,6%).
El siguiente grupo general que más se ha encarecido en el último año –muy vinculado al anterior– es el de 'restaurantes y hoteles'. El 6,4%. Si la consulta se incluye en el apartado 'turismo y hostelería' es el 6,7%. Y el Icane ofrece el dato de la variación de precios en el 'esparcimiento'. Aquí la subida es del 2,7%.
En cuanto a la bajada en el apartado 'vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles' (del 5,2%) conviene concretar. Hubo descensos llamativos como el de 'calefacción, alumbrado y distribución de agua' (el 14,2%) o ligeras bajadas como la de los 'textiles y accesorios para el hogar' (-2,7%). Pero se encarecieron la vivienda en alquiler (2,1%), los 'utensilios y herramientas para el hogar' (4,8%) o, en general, todo lo que tienen que ver con la conservación de la vivienda (el 2,1%).
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