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Cuando la tarde del lunes los pacientes se empezaron a amontonar en Urgencias -ese día hubo récord del año, con 387 casos, al nivel ... de la etapa anterior a la pandemia, algo que no había ocurrido hasta ahora-, la Dirección del hospital vio que la situación se les complicaba, y no por culpa sólo del virus que trae de cabeza al mundo hace más de un año. El gran aumento de la demanda responde al conjunto de otras patologías, desde cardiacas a neurológicas, pasando por las digestivas y los traumatismos, las especialidades en las que más están repuntando las asistencias.
Con el hospital «a pleno rendimiento» en toda la actividad no covid y las plantas prácticamente llenas -con las tres séptimas de las Torres reservadas (74 camas) para aislar a los positivos de coronavirus-, el margen de maniobra es estrecho, y si la jornada se cierra con los números por encima de lo habitual, el embudo está garantizado. Tras el atasco del lunes en Urgencias, se acumularon en los boxes 35 pacientes pendientes de subir a planta, un volumen al que se añadieron después las 65 operaciones programadas la mañana del martes. En definitiva, hacían falta cien altas médicas para desatascar los ingresos en cola. Todo ello contando con que la afluencia en Urgencias bajara el ritmo con el que empezó la semana, como así fue. Pero la misma mañana del martes el hospital se vio forzado a «hacer un reajuste parcial» en la actividad quirúrgica no urgente, como explica el gerente, Rafael Tejido, para liberar camas.
En concreto, tras la reunión de la comisión quirúrgica, se comunicó a los jefes de servicio la suspensión de cinco quirófanos -correspondientes principalmente a Urología y Traumatología-, en principio para lo que restaba de semana, aunque ayer el gerente apuntaba que «los cinco se han vuelto a reprogramar ya», con lo cual volverán a funcionar hoy, jueves. «Son movimientos que hacemos de forma coyuntural y que no tienen mucha trascendencia», subraya. «Es un ejercicio de responsabilidad y prudencia. Si nos aumentan los pacientes urgentes y tenemos problemas de espacio, porque el hospital está con una ocupación del 90%, que técnicamente supone el 100%, lógicamente tenemos que disminuir la actividad programada demorable». De ahí que la tarde del martes hubiera pacientes que recibieran la llamada para aplazar su intervención hasta nuevo aviso.
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«Hay que tener en cuenta que estamos con el hospital al máximo, haciendo mucho intervencionismo, un gran volumen de cirugías, más actividad de radiodiagnóstico y con las consultas como siempre. Hemos ampliado hasta 33 quirófanos, cuando habitualmente funcionamos con 30», expone Tejido. La media de intervenciones que realiza Valdecilla es de alrededor de 70, y la mayoría requieren hospitalización en planta. En otros momentos, cuando la presión aumenta, se potencia la cirugía mayor ambulatoria, que aligera la lista de espera pero no ocupa cama porque son operaciones en las que el paciente ingresa por la mañana y recibe el alta el mismo día.
Pero esta vez, a toda la programación en curso, se ha sumado el repunte de covid -Valdecilla tiene 80 pacientes, de ellos 23 en la UCI-, pero sobre todo el retorno a unas cifras de urgencias diarias que no se daban desde antes de la pandemia. «Volvemos a tener una media de más de 300 urgencias de adultos y en torno a 60 en niños», añade Tejido, cifras superiores a la media diaria desde que irrumpió el covid. Y ante esta situación, «conviene aumentar la capacidad de reserva» cuando se producen picos con el del lunes.
De cómo le vayan las cosas a Valdecilla, dependen también los hospitales comarcales. En el caso de Sierrallana porque deriva a Santander los pacientes críticos covid de su área de influencia -la UCI de Valdecilla concentra todos los enfermos de coronavirus más graves de la región-, y en el de Laredo porque, además de eso, remite también los casos que no puede absorber por su limitación de camas. No obstante, en ambos la situación está «controlada», como han declarado sus gerentes, Pedro Herce y Mónica Hernández, respectivamente, lo que les permite seguir adelante con los programas especiales de cirugías en horario de tarde. El hospital de Torrelavega, con 17 enfermos covid, aguanta con una planta abierta (37 camas) -el 25% de sus ingresos procede del área de Reinosa-, y Laredo llegó ayer a los 12, una cantidad que roza el máximo antes de tener que recurrir al apoyo de Valdecilla.
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