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«De cooperación, nada: esto es un gobierno de coalición», dice Pedro Hernando (PRC) si escucha el término que a punto de estuvo de colar Unidas Podemos para amortiguar el abrazo de los morados al PSOE de Pedro Sánchez. En Cantabria ese término no encaja ... con el concepto que tienen de bipartito, a pesar de que últimamente la actividad parlamentaria los haya vuelto allegados en vez de convivientes. Este lunes hubo seis votaciones en el Pleno del Parlamento y los socios de Gobierno votaron distinto en la mitad de dichas propuestas. A saber: la declaración de la caza como una actividad esencial y la mediación intrajudicial sobre Vuelta Ostrera (PSOE votó en contra) y la cesión del Estado al Ejecutivo regional del polígono de La Vega, en Reinosa (los socialistas se abstuvieron tras ver rechaza su enmienda por el PRC).
¿Son desavenencias puntuales o es posible gobernar desde posturas tan distintas? «Los partidos políticos no pueden ser miméticos sólo por el hecho de gobernar juntos, pero siempre sabemos el sentido del voto de cada grupo», dice Noelia Cobo (PSOE), y subraya: «No hay desavenencias ni con el grupo ni con el socio de gobierno». Y Hernando también usa esos términos: «Los partidos hemos llegado a un pacto por la gobernabilidad de Cantabria y esa es la esencia fundamental que cumplimos». Sin embargo, este lunes ha sido un capítulo más de esas sinfonía que a veces interpretan en acordes distintos. La más sonada fue la del debate de investidura en enero de Pedro Sánchez, cuando los regionalistas dieron el no al futuro presidente por su pacto con ERC, y la más reciente, cuando el PRC votó a favor de una iniciativa que pedía la retirada de la ley Celaá si no lograba un mayor consenso, frente al evidente apoyo del PSOE a un texto de su propio partido. «Es verdad que en aquellas cuestiones que tienen que ver con política nacional, como partidos tenemos posiciones ideológicamente diferencias, pero tenemos el acuerdo de que ahí los partidos podrán votar conforme a sus criterios», dice Hernando: «Eso es lo que ocurrió con la ley Celaá, o de este lunes».
Noelia Cobo - Portavoz Grupo parlamentario PSOE
Pedro Hernando - Portavoz Grupo parlamentario PRC
Noelia Cobo usa el término «lealtad» para medir el espacio donde deben moverse las siglas de los partidos de Gobierno en las votaciones: «Lo que se ve en el Parlamento de Cantabria no es que el PRC o el PSOE votan dividido, sino que hay cuestiones en las que opinan de forma diferente. La lealtad que puede tener cada partido al pacto de Gobierno es que nunca han votado y no vamos a votar de manera diferente al Ejecutivo», dice Cobo. Y lo secunda Hernando con palabras casi idénticas: «Nunca se va a votar de manera distinta en cuestiones que tienen que ver con el Gobierno de Cantabria».
¿Nunca les ha cogido por sorpresa esa votación en distinta dirección? Ambos parlamentarios responden de forma idéntica: No. «El PRC sabe qué va a votar el PSOE y viceversa», admite el regionalista Hernando: «Cuando vamos a votar distinto, hay colaboración y buena sintonía», y pone el ejemplo de Vuelta Ostrera, «hay que agotar todas las posibilidades, pero el PSOE puede defender otra cosa», sostiene Hernando. ¿Hay que entender la política ahora de otra manera? Y en esto sí se distancian: «La política ha cambiado y nos ha concienciado de que tener la mayoría a veces no es suficiente; una cosa es que tengas mayoría por un pacto y otra que puedas actuar como si durante 4 años no hubiera opinión distinta», dice el regionalista. Para Cobo, en cambio, la política «no sabe» si es nueva, «pero los que estamos al frente de los partidos, sí vemos las cosas diferentes».
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