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La renuncia de los responsables de la Consejería de Salud al estudio sobre el estado de la Residencia Cantabria, optando directamente por su derribo, supone el inicio de una nueva fase en el desarrollo del proyecto que se levantará sobre el terreno que ahora ocupa. ... El plan anunciado por el máximo responsable del área, César Pascual, consiste en desarrollar un parque científico y tecnológico cuya base forman ya el vecino Hospital Valdecilla –con su hospital virtual–, las también cercanas facultades de Medicina y Enfermería, el Instituto de Investigación Marqués de Valdecilla (Idival) y el Instituto de Biomedicina y Biotecnología de Cantabria (Ibbtec). «En ese mapa solo falta la industria», señala Pascual, quien aspira a convertir el futuro campus en un motor económico y generador de empleo.
Asistencia sanitaria, docencia, investigación y desarrollo empresarial están presentes en el Parque Tecnológico de la Salud (PTS) de Granada, un complejo creado hace un cuarto de siglo en el que trabajan más de 6.000 personas, y donde se asienta más de un centenar de empresas relacionadas con el ámbito de la sanidad, que podría servir de modelo al futuro parque cántabro.
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El área asistencial está integrada por el Hospital Clínico San Cecilio, el Instituto de Medicina Legal, la Empresa Pública de Emergencias Sanitarias y el Centro PTS Salud, destinado a profesionales médicos y sanitarios. A las facultades de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad de Granada, ubicadas en el parque, les corresponde la creación de talento cualificado. Ocho centros, de carácter tanto público como privado, concentran la actividad investigadora biotecnológica y sanitaria.
El PTS permite fomentar las relaciones entre investigadores, agentes ligados al sector y al sistema financiero para que la propia comunidad científica obtenga rentabilidad de los resultados de sus investigaciones. El parque es, a la vez, un foco de atracción de firmas farmacéuticas, biosanitarias y alimentarias, que se asientan en diferentes centros empresariales.
«Un campus de la salud es una especie de ecosistema, un motor económico de producción de resultados de salud que vincularía al clúster empresarial, con colaboración público-privada, el impulso de la investigación, desarrollo e innovación, la asistencia biosanitaria y la parte docente», explica David Cantarero, catedrático de la Universidad de Cantabria y responsable del Grupo de Investigación de Economía de la Salud.
Según Cantarero, su desarrollo debería responder a un plan que evitase el «cortoplacismo político» y se prolongase durante varias legislaturas: estima que en un horizonte a veinte años podrían establecerse objetivos razonables como tener 60 empresas radicadas en el parque, con plantillas de unas 4.000 personas –un 30% de ellas dedicadas a la investigación–, y facturaciones en torno a los 80 millones de euros, con una inversión en I+D de otros 40 millones.
Un proyecto así requiere «voluntad política y consenso, y que primen los criterios técnicos», advierte el catedrático, que aconseja ponerlo en marcha cuanto antes, teniendo en cuenta los límites temporales establecidos para la financiación con fondos europeos. «Si se va a acometer hay que enfocar la decisión sin más dilación: la clave es repartir el coste entre las Administraciones y el papel, por definir, de la colaboración público-privada».
«Se lleva hablando de ello desde hace tiempo, pero no se ha avanzado de manera importante; es un planteamiento que el Gobierno actual hereda del anterior sin la propia definición de lo que se iba a hacer. Un complejo así sirve para robustecer la salud de Cantabria: hemos tenido la etapa de Cantabria Infinita, que evidentemente ha impulsado el desarrollo de la parte de servicios y turismo, uno de nuestros buques insignia, pero Cantabria Salud debe ser una de nuestras etapas clave para atraer talento, recursos humanos y actividad empresarial». Para ayudar a ese proceso sería positivo crear «un ambiente favorable en cuanto a coste empresarial y fiscal, con ayudas en innovación, un marco jurídico amigable para facilitar esa combinación público-privada, y con la idea de mejorar la salud y el bienestar de Cantabria».
«En un parque de salud se puede aprovechar el potencial de la 'marca Valdecilla', las oportunidades de captar inversión... Si no queremos quedarnos en una comunidad pequeña, muy concentrada en servicios, tenemos una gran ocasión de sacar músculo con la creación de 'start-ups', generación de nuevos procesos de 'mentoring' en el campo biosanitario, y la puesta en común de procesos de evaluación económica, de retorno social de las inversiones... El conocimiento, a diferencia de un recurso natural, que se agota, llama a más conocimiento, tiene un crecimiento exponencial y puede ayudar a la creación y atracción de nuevas fuentes de empleo».
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