Quince parques eólicos quedan en el limbo al agotarse el plazo de su tramitación ambiental

¿Qué ha pasado? Pues que tanto el Gobierno central como el regional se han puesto las pilas y han dado salida a cuantos expedientes han podido, presionados por el calendario. Un calendario que se autoimpuso el propio Ministerio para la Transición Ecológica y que fijaba el 25 de enero como fecha límite para publicar las declaraciones de impacto ambiental de proyectos renovables. Esto implica que, salvo que el Ejecutivo cambie de opinión a última hora, los 15 parques eólicos de Cantabria que aún no tienen su DIA se quedarán en el cajón. El promotor verá automáticamente cómo le reembolsan los avales presentados. Y si no quiere renunciar a su plan, tendrá que iniciar desde el comienzo la tramitación. Como si no hubieran hecho nada hasta ahora.

El departamento que dirige la vicepresidenta Teresa Ribera puso este tope temporal ante el gran número de iniciativas anunciadas por las compañías eléctricas y para evitar procesos especulativos. Antes de 2020 no había plazos y Transición Ecológica detectó que algunos promotores que no tenían intención real de levantar ni un solo molino mantenían vivos los expedientes con fines especulativos. Lo que hizo el Ministerio fue establecer una serie de hitos que debían cumplir los proyectos para no perder su derecho a conectarse a la red eléctrica. El más importante de estos hitos fue la consecución de la declaración de impacto ambiental. Al establecer esta fecha límite del 25 de enero, lo que quiere el Gobierno central es hacer una limpia y dejar fuera de juego todos los proyectos eólicos que no son viables.

Aunque técnicamente sea compleja, la estrategia ministerial parece razonable. Aun así, tiene algún punto débil. El Ministerio entiende que aquellas DIA que no se han resuelto han quedado en el limbo porque los promotores no han aportado la documentación adicional que la Administración les iba solicitando, pero no siempre ha sido así. En algunos casos, el órgano ambiental no ha respondido por falta de tiempo o medios humanos. «Hay administraciones que estaban preparadas para resolver diez expedientes al año y han recibido el triple», apunta Agustín Valcarce, presidente de la Asociación Eólica de Cantabria, que no descarta que se presenten reclamaciones por los daños económicos causados.

Realmente no son 24 las solicitudes de DIA que se tramitaron sino 30, aunque en seis casos sus impulsores desistieron de continuar el proceso. Y de los nueve que sí tienen la declaración ambiental, cinco se han resuelto de forma desfavorable (Garma Blanca, Ribota, Quintanillas, La Coteruca y Lantueno) por distintos motivos. En algunos casos por los efectos negativos sobre algunas especies animales o vegetales, otras por la inestabilidad de los terrenos... Los cuatro restantes (El Escudo, Somalona-Quemadas, Campo Alto-La Costana y Cuesta Mayor, que aparecerá hoy en el Boletín Oficial de Cantabria con permiso para 30 megavatios, no con los 35 que tenía inicialmente) sí tienen la DIA favorable. Favorable, pero en algunos casos condicionada, lo que implica que el promotor tendrá que reducir el número de molinos o realizar algún cambio técnico sobre el proyecto inicial que presentó. El Ministerio aún no ha publicado la DIA completa de Bustasur, pero sí ha dicho que también puede emitirse de forma favorable si descarta tres turbinas.

215,4MW suman los proyectos que están aprobados y tienen vía libre para su construcción

Valcarce recuerda que el hecho de que haya cuatro parques eólicos con DIA favorable no quiere decir al 100% que salgan adelante. Tienen los permisos, pero el promotor tiene que tomar la última decisión. En el mejor de los casos, si todos llegan a construirse, Cantabria sumaría 215,4 megavatios a los 35 que ya tiene con Cañonera, el único parque activo -junto al experimental de Vestas en Campoo- que se inauguró en Soba en 2008. «Sería un avance pequeño, pero no decepcionante», entienden desde la Asociación Eólica, que recuerda que esa potencia está lejos de los 700 MW -alrededor del 30% de la que se requeriría para abastecer a toda la región- que figuraban en el Plan Energético 2006-2020. Cuatro parques eólicos nuevos más el ya existente que según Valcarce sería «un primer paso». De cualquier modo, nada que ver con los 80 que ya alcanza Burgos o los 140 gallegos.

700MW era el objetivo de generación eólica que quería alcanzar el Gobierno de Cantabria

El problema de la caducidad de las DIA no afecta solo a Cantabria. En la propia Galicia, por ejemplo, se han resuelto 66 expedientes y 48 quedarán en el limbo. En toda España, la patronal del sector estima que serán 20.000 los megavatios de energía procedente de molinos que finalmente no se desarrollarán. Y tampoco ocurre únicamente con los eólicos, también con la energía fotovoltaica, que aunque en Cantabria tiene menos incidencia -solo un proyecto de Campoo de Yuso estaba en cartera-, en todo el país supone renunciar a 60.000 MW.