Rafael Puyol receta políticas «adecuadas y duraderas» contra el desafío demográfico

El experto fía buena parte de esas expectativas a la «voluntad política» y, sobre todo», a «una buena memoria económica». Invitado por la asociación Foramontanos Siglo XXI, Puyol fue muy claro ayer en la Casa de Cultura de Torrelavega. Porque, «por buenas que sean las ideas, no tendrán éxito si no tienen un presupuesto adecuado detrás».

¿Dónde hay que invertir ese dinero? La radiografía de Puyol apunta a cuatro ámbitos de actuación fundamentales:desde la natalidad, con especial empeño en las «facilidades para el acceso a la vivienda entre los jóvenes» y el «favorecimiento de un empleo estable y con remuneración razonable»; las migraciones, bajo una mirada de «incentivos a favor de la permanencia» o la «recuperación de talento»; el envejecimiento, «una conquista social» llamada a desaprender la jubilación como «un derecho y no una obligación»; hasta una despoblación y desequilibrios demográficos que, en países como Francia, ejemplificó, se lidia con la «concentración» de algunos servicios en un área de influencia o la «promoción de las tecnologías».

Considerado a sí mismo «realista», que no pesimista, Puyol no quiso ser agorero cuando, a preguntas del público, colocó la demografía cántabra ante un escenario de quietud y falta de reacción por parte de las instituciones. Supongamos que no se hace nada de lo anterior. ¿Qué pasaría?«Habría un fuerte desequilibrio entre cotizantes y pensionistas. La economía acabaría resintiéndose», pronosticó.

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Con la ponencia del demógrafo, presentada ayer por el socio fundador del colectivo y exdirector de El Diario Montañés, Manuel Ángel Castañeda, el director actual de este periódico, Íñigo Noriega, y el alcalde de Torrelavega, Javier López Estrada, Foramontanos Siglo XXI inaugura un camino de foros y divulgación que, con espíritu propositivo, trabajará por el «desarrollo y crecimiento» de Cantabria.