Los rastreadores de Cantabria, desbordados

Actualmente, hay 184 rastreadores covid trabajando, de los que 94 dependen del Gobierno regional –42 del servicio de Atención Primaria y 52 de la Dirección General de Salud Pública–, y otros 90 son militares, pertenecientes al Ministerio de Defensa. Según Salud Pública, la media de llamadas telefónicas necesarias para atender cada caso es de cuatro: la correspondiente al estudio inicial y alrededor de tres más para comunicarse con los contactos estrechos.

«La sensación es que va a haber un contagio masivo» –explica uno de estos profesionales, que lleva desarrollando esta labor desde el pasado verano–. El virus está descontrolado y parece que no va a bajar, sino que que va a seguir subiendo: creo que no hay más positivos porque no se da abasto a hacer más pruebas PCR».

El aumento de contagios obliga a realizar jornadas de trabajo más intensas. «Nosotros estamos doce horas; trabajamos dos días y libramos otros dos. Cuando hay menos contagios se trabaja a menor ritmo, pero cuando hay tantos como ahora estamos todo el día sin parar. Todo el mundo que me conoce sabe que no soy alarmista, pero desde hace unos días estoy mandando mensajes a mi familia y a mis amigos: la nueva variante parece menos peligrosa pero más contagiosa. Hay clases enteras, familias enteras, grupos de todo tipo... el contagio es brutal».

El vicepresidente regional, Pablo Zuloaga, anunció esta semana que está previsto reforzar el equipo de rastreadores con más efectivos del Ejército, y el Gobierno está en negociaciones con el Ministerio para cerrar el número y la fecha de su incorporación. Según Zuloaga, Cantabria «ya tiene un buen número» de trabajadores que se han formado en esta materia y creará una bolsa de trabajo para contratar a más profesionales en caso de necesidad.

Los responsables de Salud Pública admiten que el aumento de contagios provoca que el sistema de rastreo se encuentre «muy tensionado», aunque no tanto por el volumen de casos diarios, sino por el incremento progresivo que se va produciendo. «Evidentemente la variante Ómicron es más transmisible que las conocidas hasta el momento y está produciendo un incremento del número de casos que afecta a nuestro trabajo. Es cierto que alcanzamos el mayor número de casos por día de la pandemia y que, en lo que hace referencia al estudio de casos y contactos, consecuentemente, es el momento más álgido en volumen de trabajo. Sin embargo, ahora tenemos el conocimiento, el personal, los medios tanto materiales como aplicaciones informáticas».

Ante la sospecha de contagio, el paciente deberá aislarse en su domicilio. En el caso de hacerse uno mismo un test que sale positivo, el paso siguiente es solicitar una PCR de confirmación a través del enlace del Servicio Cántabro de Salud (www.scsalud.es/autotest), cumplimentando el formulario. A continuación, recibirá mediante llamada telefónica o SMS una cita para realizar la prueba que confirme o descarte la infección. Una vez realizada, recibirá el resultado definitivo en su móvil. Si es positivo, pasa a ser caso confirmado y entra en el sistema de rastreo ordinario.

En el caso de que una persona tenga síntomas que le parezcan coronavirus, hay dos opciones. Una es contactar con el centro de salud correspondiente, desde el que le darán una cita para hacerle una prueba que confirme o no las sospechas. Otra es llamar a Salud Cantabria Responde, una línea telefónica en la que le ayudarán a resolver el caso. El número es 942 20 40 80.