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Las calles volvieron a ser testigo del ruido de los tambores. Porque, a pesar del parón del año pasado obligado por la crisis sanitaria del covid, el eco persiste y la manifestación del 8 de marzo en Santander este martes fue masiva y recuperó ... su fuerza en la calle. Un año más las principales vías de la capital cántabra se llenaron para señalar la desigualdad estructural que sufren las mujeres. La movilización, convocada por las Asambleas Feministas Abiertas de Cantabria y la Comisión 8 de Marzo, partió sobre las 19.00 horas desde Puertochico y llegó al Ayuntamiento en torno a una hora después. Y, según la estimación que hizo la Policía Nacional, la marcha convocó en la ciudad a 4.000 personas que dibujaron una estampa muy diversa con grupos y gente de todas las edades. Durante el recorrido no cesaron los gritos reivindicativos que ya son lemas del movimiento feminista y, de nuevo, fueron los tambores de las 'Percumozas' los encargados de marcar el ritmo de una marea morada que exigió políticas contra la violencia machista, contra la desigualdad económica que genera una brecha salarial entre hombres y mujeres. Por mencionar dos desigualdades. Quienes pisaron las aceras lo hicieron sin olvidar los avances ya alcanzados hasta ahora. No obstante, Ana Bolado, portavoz de la Comisión 8 de Marzo de Cantabria, recordó que haber conseguido que «nuestras vidas hayan mejorado, no nos hace quedarnos en nuestros hogares». Es más, ese fue precisamente un motivo de celebración ayer, poder recuperar las vías y «volver a ocupar las calles, que es el territorio que siempre estaba prohibido para nosotras», señalaba poco antes de arrancar la movilización. Un espacio que hace años se convirtió en lugar al que salir a hacer ruido con la agenda de reivindicaciones, pero también con el objetivo de «afianzar lo que hemos conseguido», subraya Bolado. Y se refiere a aspectos como la Ley de la Reforma Laboral, dado que la temporalidad es un factor que afecta mayoritariamente a las mujeres, y la subida del Salario Mínimo Interprofesional.
Tras el «gesto simbólico» organizado en el 2021 por la imposibilidad de reunir a miles de personas, las plataformas se mantenían expectantes sobre la participación en la movilización. La respuesta fue clara: había ganas de gritar. Los gritos no fueron nuevos. El 'no estamos todas, faltan las asesinadas' –en Cantabria el año pasado fueron asesinadas Eva Jaular y su bebé de 11 meses– o el mensaje de 'sola o borracha quiero llegar a casa que el Ministerio de Igualdad llegó a incluir entre sus lemas oficiales en 2020. Y en la cabeza de la movilización la pancarta 'Somos imparables, siempre necesarias' se juntaba con otro mensaje que se coló este año dada la actual situación que atraviesa Europa del Este y es el 'No a la guerra' en contra de la invasión de Ucrania. Y no fue el único lema, entre los gritos feministas, también encontró su hueco la plataforma Pasaje Seguro que leyó un manifiesto frente al Palacete del Embarcadero para exigir la retirada de las concertinas del Puerto. Son una herramienta «cruel» y su uso es un «ataque directo a los derechos humanos y dibuja una imagen que nos empeora como sociedad», dijo de las portavoces.
Del otro manifiesto se encargaron las Asambleas Feministas Abiertas de Cantabria. A las puertas del Ayuntamiento santanderino insistieron en la importancia de retomar las calles porque «en momentos de crisis nuestros derechos se ponen en tela de juicio o retroceden». Y lanzaron algunos datos como que las mujeres «somos el 39% de la fuerza del trabajo productivo» o que la brecha en los salarios es la mayor en trece años.
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Entre quienes acudieron a la convocatoria había familias, grupos de amigos, estudiantes, gente mayor... También autoridades como Miguel Ángel Revilla, presidente regional o Gema Igual, alcaldesa de la capital. El torrente morado volvió a hacerse fuerte el 8 de marzo. Y deja un mensaje claro: 'Todas las mujeres todos los derechos todos los días'. El lema con el que la Comisión 8 de marzo recuerda la importancia de hacer ruido el día marcado en el calendario pero que lo fundamental es que las reivindicaciones de este martes, no se olviden la próxima semana.
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El mismo mensaje lo lanzaron durante la mañana los sindicatos de UGT y CCOO en Cantabria. Durante una concentración convocada por ambos sindicatos con motivo de la jornada y también en la Plaza del Ayuntamiento, incidieron en que todavía «queda mucho por hacer» para alcanzar la «igualdad plena y efectiva» entre mujeres y hombres. Subrayaron que «pese a los avances logrados en el diálogo social», el camino es largo. Y por eso, el 8 de marzo de cada año debe ser una jornada «más reivindicativa que nunca».
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