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¿Cuándo recuperará Cantabria los niveles de empleo y riqueza regional que tenía antes de que la pandemia del coronavirus lo cambiara todo? El horizonte que se dibuja es diferente en función del organismo o la entidad de análisis a la que se consulte. ... Con un escenario por delante marcado por la incertidumbre y condicionado a los éxitos de la campaña de vacunación, desde la Consejería de Economía y Hacienda tampoco se atreven a dar una respuesta. Las estimaciones se las guardan, para no pillarse los dedos. Lo que sí tiene claro María Sánchez, encargada de las cuentas públicas autonómicas desde hace algo más de año y medio, es que la recuperación dependerá en gran medida de la llegada de los prometidos fondos europeos. Sin ese dinero y sin las líneas definidas por la Comisión Europea para su utilización, las perspectivas de futuro serían mucho más pesimistas que las actuales.
«Es muy difícil hacer una previsión del impacto de estos fondos porque la economía de Cantabria va a ir muy relacionada con la evolución del virus. Este dinero tiene que ser la oportunidad para superar la crisis económica que va a derivar de la crisis sanitaria y social», apunta la socialista. Lo que es seguro es que en los próximos tres años se producirá una inyección económica sin precedentes. Se intuye su dimensión cualitativa, pero no los números exactos.
¿Qué es?: Uno de los fondos creados para hacer frente a las consecuencias económicas del virus. Busca blindar los servicios públicos y se centra en sanidad, educación y en las políticas sociales.
¿Cuándo tiene que ejecutarse este fondo?: En principio, en los dos próximos años, entre 2021 y 2022.
Cuantía: 96 millones de euros es la cantidad que recibirá Cantabria.
¿Qué es?: Este fondo puesto en marcha tras la pandemia lo envían directamente los ministerios a las consejerías.
¿Cuánto llegará a Cantabria?: Ya se han asignado por vía Presupuestos 68 millones. Deberían llegar este año nuevas partidas.
18 millones preasignados para políticas de vivienda.
50 millones preasignados del Ministerio de Transición Ecológica.
Resto: Aún no se ha cuantificado el dinero de otras áreas y ministerios.
¿Qué es?: Es también un fondo puesto en marcha para hacer frente a las consecuencias de la pandemia. Busca impulsar proyectos tractores de la economía, tanto los que vienen de las Administraciones públicas como de la iniciativa privada.
¿Cuánto llegará a Cantabria?: Por el momento, no se sabe la cantidad, pero la región espera incluir ahí el polígono de La Pasiega o la nueva sede del Mupac, dos proyectos que Pedro Sánchez avaló y vio con buenos ojos en su visita a Comillas.
¿Cuándo se hace el reparto?: Los proyectos tienen que ser transformadores de la economía y estar en el ámbito de las políticas verdes, la digitalización y la cohesión. Las autonomías envían sus propuestas y el Gobierno central decide.
¿Cuándo tiene que ejecutarse?: Antes de enero de 2024.
Cuantías: Antes de enero de 2024.
¿Qué son?: Aquí se encuentran los Fondos Feder y los Fondos de Cohesión Social. Corresponden al dinero que llega de Europa a los territorios. No es un mecanismo extraordinario para responder a la crisis sanitaria ni tienen que ver con las ayudas para la recuperación como consecuencia de la crisis sanitaria del coronavirus.
¿Cómo se consiguen los fondos?: Son los países de la Unión los que negocian en Europa para conseguir una asignación económica para distintos programas.
¿Para qué sirve este dinero?: Existen distintos programas para el uso del dinero. Para el plan plurianual que comienza este año y todavía no está cerrado, Cantabria tiene la intención de consensuar con diversos interlocutores (Universidad de Cantabria, sindicatos y patronal, principalmente), las áreas sobre las que centrar los esfuerzos.
¿Cuándo se tienen que ejecutar los fondos?: Los territorios tienen siete años para ejecutar el presupuesto que les asignan Europa y España. En ocasiones, en función de cómo avance cada uno de los programas, las comunidades autónomas tienen la posibilidad de realizar un rediseño de sus planes y mover partidas de unos a otros con el objetivo de ejecutar un mayor importe. Cantabria presume de ser de las comunidades con un mayor grado de ejecución.
90 millones es el importe aproximado que recibió Cantabria entre 2014 y 2020, con el anterior Plan Plurianual. La previsión es que la cifra no sea muy distinta en el marco del periodo 2021-2027.
Hasta ahora, lo que ha hecho el Ejecutivo autonómico es definir los proyectos que le gustaría sacar adelante. Lo que haría si tuviera una hucha infinita de la que ir sacando. A través del Plan Cantabria ReActiva, que Miguel Ángel Revilla y Pablo Zuloaga presentaron el pasado otoño con 102 proyectos por valor superior a los 2.600 millones de euros, las distintas consejerías y la Dirección General de Fondos Europeos están trabajando de forma conjunta para colocar el mayor número de acciones posible en las distintas convocatorias que va lanzando el Gobierno de España con el dinero procedente de la UE.
No hay una convocatoria, sino diversas en función de la materia y los objetivos. Lo que tiene que hacer Cantabria es decidir dónde colocar cada pieza para conseguir el mayor mordisco posible de un pastel de 70.000 millones de euros para repartir entre toda España, tanto en Administraciones públicas como en el apoyo a iniciativas privadas. En la comunidad autónoma, en este segundo grupo están acciones como la transición energética de Solvay, el plan de modernización de Viesgo, las actuaciones medioambientales de Amica, el Plan de Ultracompetitividad de Nissan en el valle de Buelna o la central hidroeléctrica de Hidrocaleras en Mioño.
De las tres grandes ramas de ayudas económicas no reembolsables en las que esperan pescar el bipartito y el resto de ejecutivos autonómicos, sólo hay una con cantidades seguras. Se trata del fondo React-EU (Ayuda a la Recuperación para la Cohesión y los Territorios de Europa), dotado en toda España con 12.000 millones de euros y que, en función de los criterios de reparto que fija Bruselas, a Cantabria le corresponden 96 millones. Aquí se ha metido la terapia de protones que se instalará en el Hospital Valdecilla (se lleva casi la mitad de la partida), la mejora de la plataforma digital de los colegios o la creación de dos centros integrados de Formación Profesional en torno a materias medioambientales y marinas. Estos estaban incluidos en ese grupo de 102 proyectos que presentaron Revilla y Zuloaga, pero se han desviado a este fondo y no a otro porque encajan a la perfección con su espíritu: el apoyo a iniciativas sanitarias y políticas sociales. Tras el intercambio de impresiones con el resto de consejeros, María Sánchez ya ha enviado estas propuestas a Madrid para recibir el 'ok'. A tenor del diálogo previo entre las partes, se da por hecho que no tendrán ningún problema para salir adelante.
María Sánchez, Consejera de Economía
Para que llegue el dinero, como ocurre con el resto de convocatorias, los proyectos tienen que estar en funcionamiento en un plazo determinado -el fondo React obliga a que estén activos en enero de 2023- y la región tiene que justificar ante el Ministerio de Hacienda los pagos y que se han cumplido los objetivos marcados. Los otros tipos de fondos europeos, de mucha mayor cuantía, tienen requisitos similares. «El gran reto es la gestión. Van a llegar muchos millones a las consejerías y hay que cumplir en tiempo y forma con los hitos que marca Europa. Hacienda va a requerir que se gaste de acuerdo a unos requisitos (digitalización, políticas verdes y más cohesión social y económica), pero también a que se lleven a cabo reformas. Tienen que ser proyectos transformadores de la economía, no vale cualquier inversión», recuerda Paz Díaz, la directora general de Fondos Europeos. Un departamento que tendrá que aumentar su personal para hacer frente al trabajo que está por delante y vigilar que ninguna consejería se queda dormida.
Esas cantidades de dinero llegarán a través de otros dos modelos, distintos al del plan React. Por un lado, transferencias directas desde el Gobierno de España a las consejerías. Por otro, con convocatorias ministeriales para proyectos concretos. Ambos dentro del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, que en toda España tiene 59.000 millones de euros y para el que se ha aprobado por real decreto el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. La primera entrega llegará a la región de forma inmediata. No se sabe cuánto, pero al menos 68 millones, porque sólo eso es lo que figura ya en los Presupuestos del Estado.
De ellos, 18 millones corresponden a políticas de vivienda. Los otros 50 vendrán del Ministerio de Transición Ecológica, pero en este caso aún no se sabe para qué iniciativas. Es lo que se está negociando ahora con el Gobierno central a través de las conferencias sectoriales. Pasa igual en otras comunidades autónomas. El resto de transferencias directas por encima de esos 68 millones de euros están por decidir. Cuando tenga la documentación sobre la mesa, de nuevo, lo que hará el Ejecutivo regional es volver a mirar esos 102 proyectos de partida.
Paz Díaz, Directora de Fondos Europeos
Y de nuevo ese encaje de bolillos hay que hacerlo con la tercera rama de ayudas, las convocatorias ministeriales en las que tendrían cabida proyectos como La Pasiega o el nuevo Mupac -en su visita a Comillas, Pedro Sánchez dio un visto bueno inicial a ambas-, además de las iniciativas privadas de Cantabria. Primero, los ministerios reciben los proyectos que presenten las autonomías para hacer un 'mapeo' de las necesidades de todo el país. A partir de ahí, es Madrid quien decide en función de las bondades de cada iniciativa.
Hasta ahí las tres ramas de ayudas en las que Cantabria tiene esperanzas de salir bien parada. ¿Por qué? Porque uno de los criterios para el reparto es que cada territorio haya demostrado en el pasado que tiene capacidad para gastar -y gastar bien- los fondos anteriores.
Frente a otras autonomías, la consejera defiende que la región está a la cabeza, incluso tiene una credencial de Bruselas que lo acredita. «Hay muchas autonomías a las que se le va a atragantar tanto dinero. Como al final de este proceso a España le interesa presentar una foto general con un alto grado de ejecución de los fondos, lo previsible es que el Gobierno central haga una redistribución del dinero. De las regiones que no lo usan a las que sí. Ahí queremos estar nosotros», concluye María Sánchez.
Aquí terminarían los paquetes de ayudas de la UE. El Gobierno cántabro sabe que ni en el mejor de los escenarios estarán entre los autorizados todos los proyectos que tiene en el cajón, pero habría aún otra opción. Los fondos generales -los que llegan de Bruselas de manera periódica con independencia del covid-, que los países están empezando a negociar para el periodo 2021-2027.
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