«Será una reincorporación progresiva, pero sabemos que va a ser complejo»

El protocolo, que quede claro, no entrará en vigor hasta que se levante la suspensión de plazos fijada en paralelo al estado de alarma. Pero mañana se eliminarán los turnos rotativos que han estado vigentes estos días y se acudirá a trabajar presencialmente para lo que se sea obligatorio. Porque la idea de este plan –que detalla aspectos como las medidas concretas para el levantamiento de un cadáver, para acudir a un centro sanitario o una residencia o la reprogramación de las agendas con todo lo pendiente– es que todo lo que se pueda hacer «en remoto», se haga. O sea, sin acudir (algo que estará vigente hasta tres meses después del levantamiento del estado de alarma).

«Fomentaremos el teletrabajo, venir a lo imprescindible. Es difícil, será complejo implementar las medidas. Entre otras cosas, por las propias estructuras de los edificios en los que trabajamos, con espacios pequeños o pasillos reducidos. Es complicado porque, si determinados espacios no se pueden utilizar por sus condiciones, se reducirá la actividad cuando deberíamos incrementarla». Aunque reconoce esas dificultades, López del Moral apuesta por hacer de la necesidad virtud. De entrada, porque «lo primero es la seguridad de los trabajadores y los usuarios» y, segundo, porque todo lo que hagan para reducir riesgos será útil. Por ejemplo, el reparto en turnos de mañana y tarde para ocupar los espacios. O esa aplicación preferente de «juicios telemáticos». «Si sólo intervienen los abogados es fácil, pero cuando hay testigos, peritos... Será más complejo. Iremos de menos a más y empezaremos por lo más sencillo. Pero si conseguimos hacer bastantes, ya estaremos reduciendo riesgos. Todos sabemos que es complejo, pero también tenemos mucha voluntad».