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En la residencia a la que acude María a visitar a un familiar se ha introducido un nuevo protocolo esta semana: lavarse las manos y aplicarse gel hidroalcohólico antes y después de acceder al centro. En las paredes del edificio cuelgan, además, carteles informativos ... con medidas de prevención ante afecciones víricas como el Covid-19. Reina la normalidad, pero, con estas pautas, los centros que alojan y atienden a personas mayores en Cantabria quieren prevenir posibles contagios en un grupo vulnerable ante el coronavirus: personas mayores de 75 años, o mayores de 65 que presenten patologías previas.
A nivel nacional es inminente la aprobación por parte del Ministerio de Sanidad de un protocolo especial para aplicar en este tipo de residencias. En su elaboración están participando el Imserso y la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología. Ayer, la directora general de Salud Pública del Gobierno de Cantabria, Paloma Navas, explicó que la comunidad «está colaborando en el borrador del protocolo que tiene prácticamente cerrado el Ministerio, y que se aprobará de inmediato». Una vez tenga luz verde, en Cantabria se aplicarán estas pautas establecidas.
Información e higiene guían por el momento las prácticas preventivas de muchos centros asistenciales cántabros. Aitor Pellón, al frente de la Residencia Orpea Santander, ubicada en Maliaño, indica que su equipo ha trasladado a usuarios y familiares las recomendaciones que la Organización Mundial de la Salud ha hecho al respecto. En su centro también se ha instalado cartelería informativa y se ha reforzado la presencia de soluciones hidroalcohólicas en el edificio.
Mantienen, además, un registro de las visitas y han dejado en suspenso, por el momento, una serie de actividades lúdicas que implicarían visitas desde el exterior. Pellón y su equipo también han reforzado la formación de su personal y han provisto al centro de material sanitario suficiente. «Hemos cuadriplicado el 'stock'. Estamos preparados para extremar las precauciones cuando las dicte Sanidad», indica.
Alfonso Herreros se encuentra al frente del área de Recursos Humanos en Fundacion Asilo de Torrelavega. Todos los centros que dependen de esta Fundación -Residencia San José, los centros de día, el colegio o el centro ocupacional- disponen ya de más puntos para aplicarse soluciones hidroalcohólicas. También han distribuido cartelería informativa con consejos, por ejemplo, para lavarse correctamente las manos, y se ha comprado más material. En la residencia, indica Herreros, el personal médico y de enfermería ya ha trasladado a los usuarios qué prácticas de higiene son recomendables y por qué.
«Trabajamos con personas que tienen más vulnerabilidad», indica Gema Díaz, gerente del Grupo Calidad en Dependencia, con cuatro centros para personas mayores y uno para personas con discapacidad en Cantabria. «Esa vulnerabilidad exige medidas de prevención», añade.
En las residencias del grupo se recomienda ya a las visitas que se laven las manos al acceder y al abandonar el edificio, y se han colgado carteles informativos en zonas visibles de las instalaciones. «Seguimos todas las recomendaciones que emite Sanidad», indica Díaz. De hecho, se dirigirán formalmente a la Consejería de Sanidad para saber qué protocolos extra tienen que aplicar.
Ayer, fuentes de la Vicepresidencia de Derechos Sociales del Gobierno de España indicaban que se está terminando de perfilar el documento que definirá y coordinará la atención de los residentes y de sus cuidadores.
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