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Pitingo será protagonista hoy en Santander. Tras veinte años de carrera musical, el onubense vuelve a los escenarios de España con una propuesta que mezcla ritmos de soul, gospel y flamenco, además de un homenaje a Latinoamérica y al respeto de las culturas. El cantante ... ofrecerá una actuación benéfica en el Festival de las Naciones que recaudará fondos para mantener la gratuidad de la guardería Valterra del Barrio Pesquero.
-En Santander y por una causa benéfica. ¿Qué motivos le impulsan a participar en este tipo de eventos?
-Siempre intento participar en ellos, llevo haciéndolo desde hace veinte años y creo que todos los artistas debemos a hacer estas obras benéficas. Hay mucha gente que nos pide ayuda, y nosotros se la podemos dar con nuestras actuaciones. Me gusta ayudar, en verano llevo dos y el 15 de noviembre haré otro más. Creo que las caras conocidas nos debemos a eso, no nos cuesta nada.
-¿Cómo define su espectáculo 'Soulería de ida y vuelta'?
-Un concierto multicultural, con un mensaje que es el enamoramiento de las culturas, en este caso, Latinoamérica, también Iberoamérica e Hispanoamérica, y España. En estos momentos que se siente un poco como que nos quieren separar, unos y otros, hay que juntarnos y, sobre todo, respetar la diversidad. Desde que empecé con la música, el respeto entre las culturas y las razas siempre ha sido mi mensaje, para mí es muy importante porque es en lo que me he criado, yo soy mestizo, soy una fusión de un payo y una gitana.
-Mezcla ritmos latinoamericanos con gospel, soul y flamenco, ¿de dónde nace esta idea?
-Con la soulería llevo prácticamente toda la vida, desde los catorce años. Pero desde que empecé a vivir en Latinoamérica comencé a empaparme de los ritmos de allí, de sus culturas, tanto mexicanas como cubanas, puertorriqueñas, peruanas, etc. Lo incorporo a mi música y me ayuda a abrir la mente. Es un homenaje a Latinoamérica y hace, a su vez, una unión con España, que somos hermanos.
-Veinte años de carrera y sigue fiel a su estilo...
-No sé cantar de otra manera. Desde chiquitito escucho música afroamericana, afrolatina y gitana, me he criado con ello y las siento por igual. Somos razas muy parecidas. Cuando tenemos que transmitir una pena o una alegría la transmitimos cantando. En el ADN está todo lo que ha pasado en la historia, y lo expresamos así, continuando con este mensaje del que yo no me aparto y no me cansaré
-¿Y qué me dice de los cambios en el panorama musical, por ejemplo, en el flamenco?
-Todo lo que sea innovar con respeto me parece bien, animo a la gente a que arriesgue. Hace veinte años cuando salí con Soulería hubo muchas críticas pero gente a la que le gustó. Soy un defensor de la música ortodoxa, no se tiene que perder, pero también de acercar el flamenco a gente que nunca lo ha escuchado, como ha hecho por ejemplo Rosalía. Sin embargo, no hay que ponerle esa etiqueta, yo no defiendo 'Killing me softly' como flamenco, lo hago como una óptica en la que estamos muchas culturas y entre ellas la gitana, aportando a esos ritmos.
-¿Cómo está acogiendo el público su vuelta a los escenarios en España?
-Muy bien, estoy muy contento. Todas las actuaciones de este último mes estuvieron muy llenas y lo que queda todavía...
-¿Hay algún momento que le ponga los pelos de punta al actuar?
-A mí, los aplausos del público. A ellos, espero sorprenderles con varias canciones, cada audiencia es diferente.
-¿Qué espera encontrarse en Santander?
-Que llegue a todo el mundo, para que disfruten y sobre todo ayuden con la parte solidaria. Van a ver un concierto musical y visualmente muy bonito, que he preparado con todas las razas que llevan conmigo 17 años y que nos llevamos como hermanos. Ritmos latinos, gospel, flamenco, funky etc.
-¿Suele venir a Cantabria, conserva algún recuerdo especial?
-De vacaciones he estado un montón porque se está muy fresquito, se come bien y la gente es maravillosa. Cantando, me acuerdo una vez que empezó a llover muchísimo y yo me preguntaba ¿el público no se va?, pero sacaron los paraguas y se quedaron las dos horas. Fue increíble, una experiencia muy bonita que recordaré siempre.
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