El retraso en la acreditación de la DGT impide ejercer a seis profesores de autoescuela

«La DGT debería haberlo convocado hace nueve meses, pero no se sabe cuándo será, ni nos dan explicaciones. No podemos empezar a trabajar y a percibir un sueldo para mantener a nuestras familias», explica Alejandro Celaya Martínez, uno de los seis afectados en Cantabria. «Hay mucha demanda de profesores de autoescuela y más estos meses de vacaciones, cuando muchos estudiantes aprovechan para sacarse el carné. Voy a perder la campaña de verano», lamenta Celaya, que aprobó la formación requerida para ejercer como profesor de autoescuela el pasado 22 de septiembre y, desde entones, espera la convocatoria de la fase final, denominada fase de presencia, que consiste en dos meses acompañando a un profesor de autoescuela en activo.

De los 40 aspirantes a profesores de autoescuela que hay en estos momentos en Cantabria, seis han aprobado todos los exámenes prácticos y teóricos, y están a falta de este último paso. El curso práctico se realiza fuera de la región. Conlleva un desembolso de 2.000 euros, a los que hay que añadir el coste de las dietas de las diez semanas de dicha preparación. En toda España hay 357 personas en esta misma situación de desempleo, «a las puertas de un puesto de trabajo muy demandado», asegura el presidente de la Asociación de Autoescuelas de Cantabria, Alberto Santamaría.

«Existe una falta atroz de profesores de autoescuela y el motivo es la dejadez o incompetencia de la DGT», critica Santamaría. «El déficit de profesores de autoescuela afecta directamente a la lista de espera para examinarse del carné de conducir, que en Cantabria es de 3.500 alumnos», informa Santamaría.

Otra de las dificultades que afrontan las autoescuelas de la región es «la falta de examinadores y el bajo número de convocatorias de examen», según denuncia al asociación. En la actualidad, la Jefatura de Tráfico permite convocar doce exámenes en Santander, diez en Torrelavega y nueve en Laredo. «La discriminación de los centros de examen de Laredo y Torrelavega, denominados centros desplazados, con respecto a Santander, es una injusticia contra la que luchamos». destaca Santamaría. «Para mejorar la situación de las listas de espera es necesario equiparar el número de convocatorias entre Santander y los centros desplazados».

Por su parte, Lidia Laso, propietaria de una autoescuela en Colindres, señala que «los más perjudicados de la mala gestión de la DGT son los aspirantes a conductores y, en segundo lugar, las autoescuelas, que no podemos ofrecer servicios que nos demandan por causas ajenas a nosotros». Por ello, reivindica un incremento del número de examinadores, sobre todo teniendo en cuenta que «se acercan varias jubilaciones».