Revilla reconoce que se han producido errores, pero «ante lo imprevisto la respuesta nunca es fácil»

Cuatro semanas después de que se suspendiera la actividad en el Parlamento de Cantabria por la entrada en vigor del estado de alarma, el presidente regional, Miguel Ángel Revilla, y el consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez, comparecieron en un Pleno monográfico sobre el coronavirus que sirvió para detallar la foto fija del estado de la pandemia en la comunidad autónoma y anticipar los escenarios posibles de los próximos días. Aunque los máximos responsables de la gestión política de la crisis del Covid-19 apenas aportaron nuevos datos ni anunciaron medidas adicionales, en sus dos intervenciones el Ejecutivo sí hizo un ejercicio de introspección. «Reconozco que se han cometido errores, pero ante lo imprevisto, la respuesta no es fácil», afirmó Revilla después de dar las gracias a los grupos de la oposición por el tono conciliador y constructivo que ha primado en la sesión.

Aunque pusieron sobre la mesa distintos aspectos que considera reprochables y creen que el Gobierno de Cantabria tiene responsabilidad directa en la falta de material, por lo que no puede echar todas las culpas a Madrid, Partido Popular y Ciudadanos prefirieron dejar sus críticas para más adelante y se centraron en reclamar nuevas medidas de apoyo para trabajadores, autónomos, pymes y empresas. La única nota discordante fue la de Vox, que acusó a Revilla y Rodríguez de «imprevisión» en la compra de material», poniendo así en peligro la salud de los trabajadores, y de «improvisación» por ir «siempre a remolque de Pedro Sánchez» y no mostrar ambición con un plan de choque propio.

Todos los partidos utilizaron sus primeros segundos para recordar a los 77 fallecidos por la epidemia y para agradecer el trabajo de los sanitarios y del resto de trabajadores de los servicios esenciales. Para ellos, el PP solicitó que se articulen «medidas compensatorias» con la que responderles por su riesgo y esfuerzo. También fue común la preocupación por la situación de las residencias. En ellas se hará el mayor esfuerzo en la realización de test rápidos que acaban de llegar a Cantabria y también se comenzará una ronda de inspecciones para ver su estado real, aunque tras las polémicas que generaron unas declaraciones suyas la pasada semana entre los trabajadores de estos centros, ha remarcado que no tiene «ninguna queja».

Tanto el presidente como el consejero subrayaron que Cantabria está en una situación mejor que otras autonomías y que, en estos momentos, los medios están asegurados: «Podemos garantizar a todos los que tienen la enfermedad que tendrán una cama y una UCI en un hospital público a su disposición», dijo Revilla, e insistió en que la tasa de mortalidad aquí es casi la mitad que la media nacional por la calidad de los servicios sanitarios, y que hay razones para ser optimista.

Respecto a lo hecho hasta ahora, Rodríguez aseguró que desde el primer momento se ha trabajado con modelos de previsión para adaptar los centros. Y respecto al futuro, avanzó que, aunque el número de contagios será cada vez menor, «el mayor pico de pacientes lo tendremos en los próximos días, pero estamos preparados». Por eso, pidió «calma y tranquilidad, porque estamos preparados incluso para los peores escenarios». El titular de Sanidad negó la falta de previsión para atender a las residencias de mayores y recordó que antes de que se decretara el estado de alarma ya existía un protocolo de actuación que se ha actualizado dos veces. Además, señaló que desde el primer momento dos equipos del 061 han recorrido estos centros para realizar pruebas.

«Tiempo habrá de reflexionar sobre lo que se ha hecho mal. Tiempo habrá de pedir explicaciones. Ahora es el momento de la unidad y la lealtad. Y nuestra obligación pasa por estar hoy al lado de los cántabros, por apoyar a quienes están gestionando esta crisis y colaborar para que cause el menor daño posible», dijo la presidenta del PP, María José Sáenz de Buruaga, en un hemiciclo en el que únicamente había un portavoz por partido, tres miembros de la Mesa del Parlamento y los empleados imprescindibles. Entre ellos María, una limpiadora, que se encargó de desinfectar el estrado tras cada intervención.

«Sacar rédito de esta tragedia, bien sea desde las críticas que buscan el enfrentamiento o de operaciones de marketing, es indecente y miserable», opinó Félix Álvarez, portavoz de Ciudadanos. Como ya ha hecho su formación en días anteriores, centró gran parte de su turno de palabra en remarcar algunas de las medidas urgentes que ha propuesto al Gobierno de cara al día después del coronavirus.

Por el PSOE, Noelia Cobo remarcó que la buena respuesta de Cantabria ha sido posible porque, al contrario que en otras autonomías, la sanidad pública no se ha desmantelado. Y por el PRC, Pedro Hernando, frente a la ausencia de asunción de errores del ministro Marlaska, dijo que «la critica, si es constructiva, no sobra» y aprovechó para reclamar al Estado los 44 millones de Valdecilla y los 42 del IVA para hacer frente con garantías al escenario futuro.

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