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«No quiero entrometerme, la negociación va bien. Han pasado tres días», dice por adelantado el presidente Miguel Ángel Revilla, a preguntas de este periódico, después de que los médicos en huelga le reclamaran que interceda para resolver el conflicto. Una petición que le hicieron ... vía megáfono, durante la concentración celebrada horas antes a las puertas de su despacho, aunque en ese momento él no estaba. «Con los años que llevo, a mí me ha protestado aquí todo el mundo, son gajes del oficio y me parece muy democrático, que la gente proteste y haga sus reivindicaciones». Pero dicho eso, manifestó que tiene «confianza total» en los miembros de la Consejería que están negociando «con el Sindicato Médico y con los demás sindicatos y colectivos». Porque se trata, a su juicio, de alcanzar «un acuerdo de todos», que «espero que llegue esta semana». De hecho, él no da por rotas las conversaciones, «porque yo la noticia que tengo es que seguimos negociando».
Pero «en una negociación hay planteamientos que se pueden aceptar y otros que son más complicados. En estos momentos, el tema de mayor discrepancia es el número de personas que tienen que atender los médicos de Atención Primaria cada día. La referencia de 35 nos parece correcta, pero con cierta flexibilidad, no que el número 36 suponga un coste para la Administración excesivo», explicó, en línea con los argumentos que defiende el equipo de Raúl Pesquera. Es por eso que no se plantea la necesidad de un cambio de interlocutores, como ha sugerido el Sindicato Médico.
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«Yo soy de las personas que respeta profundamente el derecho a la huelga, entiendo las reivindicaciones del colectivo sanitario, que ha sufrido muchísimo durante la pandemia y que ha tenido que hacer un gran esfuerzo por la falta de personal y la fuerte presión», declara el presidente, que no niega que los médicos «sí que tienen razones» para protestar. «Comprendo perfectamente su problema y sus reivindicaciones» y «se está haciendo un esfuerzo para paliar el mayor número de demandas». No obstante, Revilla quiso precisar que, pese al impacto de la huelga en Atención Primaria, «Cantabria no está sometida a una falta de atención médica, porque una parte importante está trabajando. En ningún momento hay un caos sanitario. Y sí que tengo que decir una cosa: Cantabria es la región de España que tiene mayor porcentaje de personal sanitario por habitante, sólo estamos empatados con Aragón. Y tenemos en previsión incorporar a 693 interinos al SCS, de los cuales 74 son para Atención Primaria. Estamos haciendo todo lo posible».
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