Revilla cree que eliminar la mascarilla obligatoria al aire libre ha sido «precipitado» y sugiere rectificar

El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, piensa que la retirada de la obligatoriedad de la mascarilla al aire libre es una medida «precipitada» y sugiere que «a lo mejor las autoridades sanitarias tienen que estudiar, aunque sea un poco duro, el rectificar» para que vuelva a ser obligatoria.

«Me parece que el desprendernos de la mascarilla no es buena cosa. Yo no me la quito», ha sentenciado Revilla, explicando que esta medida, en vigor desde el 26 de junio, genera en la población un «optimismo injustificado» en torno a la situación sanitaria. Además, cree que la decisión ha supuesto que «mucha gente se haya relajado».

«Hay que recapacitar sobre si es oportuno que nos desprendamos de este objeto protector incomodo, horroroso y más en verano, porque encima de todo creo que está la salud», ha defendido el presidente, insistiendo en que la mascarilla «ha sido muy eficaz, es muy protectora»m durante la inauguración de uno de los cursos de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP)

«Todos pensábamos hace unos días que por fin veíamos la luz en el final de este túnel terrible de más de un año y ahora tenemos un número de infectados enorme y bastante transmisión comunitaria del virus», ha lamentado el presidente tras la actualización de los últimos datos, con 219 nuevos positivos, casi medio centenar de hospitalizados y una incidencia acumulada a catorce días que alcanza los 395 casos por cada cien mil habitantes.

Sin embargo, cree que Cantabria «es una región segura» y ha lamentado que «se está creando una especie de clima de que aquí no hay seguridad, de que el que venga a Cantabria se va a contagiar».

«En Cantabria no se contagia nadie si no quiere contagiarse», ha explicado haciendo referencia a opciones para los turistas como visitar playas, cuevas, museos, los Picos de Europa o El Soplao, porque «lo que tenemos que hacer es protegernos y mentalizar a la gente de que esto no se ha terminado, que ahora es muy dañina la cepa delta».

Revilla ha remarcado que le «preocupa» la situación de la comunidad porque aunque la mayoría de los casos se dan ahora en jóvenes, lo que se traduce en menos ingresos, estos están contagiando a sus familiares mayores y «está entrando en los hospitales gente mayor con dos dosis» de la vacuna.

Aunque el presidente regional pidió que se abordase en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud la posibilidad de adelantar la vacunación a los más jóvenes, de 16 a 30 años, para evitar la proliferación de contagios, el presidente ha señalado que Sanidad y los expertos sanitarios encargados de asesorar a la Consejería cántabra creen que «no es oportuno» y prefieren seguir con las pautas marcadas.

En materia de medidas, Revilla ha avanzado que, por el momento, Cantabria no contempla pedir al Gobierno el 'toque de queda' como sí lo han hecho otras comunidades, aunque ha insistido en que estas medidas están exentas de decisiones políticas y responden a las autoridades sanitarias.

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