Revilla reivindica ante Calvo la transferencia de los 5 hectómetros cúbicos de agua del Ebro

«Muy fructífera», coincidieron, esa reunión dio pie a una posterior rueda de prensa en la que Revilla y Calvo, «la mente más lúcida de este Gobierno» en opinión del presidente cántabro, dieron cuenta de todo lo hablado en privado.

Como por ejemplo, del agua. El presidente no ocultó su malestar por la negativa de Ribera a efectuar la transferencia a la región de los 5 hectómetros cúbicos de agua del pantano del Ebro, de modo que Cantabria solo tendría que devolver el agua que capte que exceda de esa cantidad. Una vieja reivindicación que la ministra para la Transición Ecológica y del Reto Demográfico se comprometió «verbalmente» a satisfacer y que, sin embargo, no ha atendido.

«Espero que resolvamos pronto este asunto porque, si no, vamos a tener problemas», advirtió el presidente.

Por lo que dijo Calvo, no los habrá. «Cantabria tiene que estar absolutamente tranquila por cómo va a tratar este verano el tema del suministro del agua», aseguró la ministra, que se lleva a Madrid «la legítima preocupación que el presidente».

En cuanto a los proyectos que Cantabria enmarca dentro de los Fondos Europeos de Recuperación, y que abanderan el polígono de La Pasiega y el Mupac, Calvo, que ofreció al presidente «interlocución directa» con ella para avanzar en ambos asuntos, se refirió especialmente al primero, un proyecto que, recordó, «ya el presidente Pedro Sánchez vio con muy buenos ojos» porque «tiene todas las condiciones» para incorporarse al programa. «Tiene criterio verde, tecnológico, de modernización y de sostenibilidad», dijo.

La ministra, que igualmente puso en valor el proyecto del Museo de Prehistoria y Arqueología, «una ambición extraordinaria para Cantabria y para España», no se pronunció, sin embargo, sobre el problema del lobo que le puso encima de la mesa Revilla, un asunto que ella escuchó con gran atención pero sobre el que no dijo ni una palabra pese a la insistencia del presidente.