Revilla reclama una reforma del Estatuto para tener Tribunal de Cuentas y decretos ley

En presencia de los expresidentes José Joaquín Martínez Sieso y José Antonio Rodríguez, muchos de los consejeros, la delegada del Gobierno, Ainoa Quiñones; el presidente del Parlamento, Joaquín Gómez, y la alcaldesa de Santander, Gema Igual, entre otras personalidades, Revilla ha apuntado que esa reforma también debería servir para introducir la herramienta de los decretos ley. Se trata de una figura con rango de ley que los Gobiernos autonómicos pueden utilizar para simplificar los plazos habituales en casos de urgencia. El PRC ya intentó añadirla el año pasado a través de una enmienda en el Congreso al texto acordado por los partidos para reformar el Estatuto y PP y PSOE se negaron para no desvirtuar el acuerdo que había salido de Cantabria.

Antes desplegar una gran bandera que llega desde la sexta planta de la sede del Gobierno en Peña Herbosa hasta el patio central con los colores de la autonomía y el logo aprobado por el Consejo de Gobierno -con el lábaro-, el presidente también ha defendido que sería conveniente que en la futura reforma - si hay consenso para impulsarla- también apareciera un apartado para que Cantabria pueda convocar elecciones fuera del ciclo nacional. «Queda mucho por conseguir y la ciudadanía tiene ganas de seguir adelante», ha subrayado Revilla después de poner en valor el hito que fue la entrada en vigor del Estatuto hace 40 años.

Un 1 de febrero de 1982 en el que Cantabria «recuperó el nombre histórico de nuestra tierra, incomprensiblemente obviado». En un repaso histórico de los hechos, ha recordado que Cantabria no tuvo la oportunidad de acceder a la autonomía de forma directa como los territorios históricos y sólo fue posible porque las instituciones regionales siguieron el camino que abrió la Constitución y alcanzaron ampliamente el límite de dos de ayuntamientos lo solicitaran.

Y ha querido destacar también el papel del PRC y el suyo propio como líder del partido desde hace más de 40 años para conseguir esa meta. A la autonomía «he dedicado más de la mitad de la mitad de mi vida». Fue «una tarea muy difícil» que se consiguió reclamando el derecho a ser región, frente a las voces que defendían continuar la unión administrativa con Castilla, «no por tamaño, sino por sentimiento». Porque que Cantabria tenía las condiciones para ser autonomía «era de libro por nuestras costumbres y forma de ser».

«Nos podemos sentir orgullosos de recuperar el nombre y de ser una autonomía conocida y reconocida. Se nos valora como una tierra amante de sus tradiciones y orgullosos los cántabros de pertenecer a esa nación común que se llama España», ha celebrado Revilla, que como en otras ocasiones ha puesto en valor la capacidad de la región para estar apegada al territorio sin renunciar a los valores comunes del país y a la buena vecindad y a las relaciones fraternales con el resto de regiones limítrofes. «

«La autonomía no nos ha dividido del resto de España, nos une. Es irrefutable que los asuntos se solucionan mejor desde el lugar donde los problemas se padecen y conocen», ha concluido celebrando que «el nombre de Cantabria ya está más que consolidado» y que tanto el autogobierno como la denominación histórica que tanto le costó recuperar «ya no tiene marcha atrás».

La presidenta del PP de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, ha defendido la autonomía como un instrumento para «dar soluciones» a los problemas «de la Cantabria real» y considera que la comunidad sufre «un proyecto agotado y sin resultados», con un presidente, Miguel Ángel Revilla (PRC), que, a su juicio, «ha renunciado a ejercer la autonomía para hacer seguidismo de Sánchez y un Gobierno que ha dejado abandonados a los cántabros cuando más lo necesitaban».

A su juicio, el «mejor homenaje» que se puede hacer hoy a los 40 años de Estatuto es «tomar las riendas del presente y hacernos dueños del futuro».

«La autonomía es, ante todo, asunción de responsabilidades y no una disculpa para echar balones fuera. No tiene nada que ver con el lábaro, ni con calzar albarcas, sino con dar la cara, tomar decisiones y ofrecer soluciones a los problemas de la Cantabria real», ha afirmado la líder del PP con motivo de la conmemoración del 40 aniversario de la entrada en vigor del Estatuto de Autonomía para Cantabria.

El portavoz de Ciudadanos, Félix Álvarez recordó el papel de su formación como impulsor de la última actualización, en la que se eliminaron los aforamientos que hacía de los políticos «personas privilegiadas a la hora de someterse a la justicia». «Hace 40 años que asumimos las riendas de nuestro futuro con un Estatuto que ha supuesto la reafirmación de la historia e identidad de Cantabria dentro de España. Un texto que ha permitido avanzar en el desarrollo económico, social y cultural de nuestra casa chica, otra cosa es lo que se ha hecho durante todos estos años con esas posibilidades que ofrece el Estatuto», afirmó en referencia a labor de los sucesivos gobiernos.

El estado de las autonomías ha quebrado y la actual función del parlamento de Cantabria es prueba de ello. Es absolutamente ineficaz para solucionar los problemas de los ciudadanos de hoy en día: el desempleo, el precio de la luz, la competitividad de nuestros productos en un mercado global, los problemas del mundo rural, etc», lamentó el portavoz de Vox, Cristóbal Palacio. En su opinión, la Cámara debería servir para ser el motor de cambio de todo aquello que no funciona: «Actualmente no es un actor útil y no ofrece lo que los ciudadanos esperan de él».

El coordinador general de Izquierda Unida (IU) Cantabria, Israel Ruiz Salmón, ha abogado por desarrollar y ampliar las competencias del Estatuto de Autonomía de la comunidad, en el 40 aniversario de su aprobación.

En un comunicado, Ruiz Salmón señala que desde su aprobación y posterior entrada en vigor el 1 de febrero de 1982, «apenas ha habido un enriquecimiento sobre el texto y su aplicación que tenga implicaciones reales y de fondo» para la población cántabra. Recuerda que la última fue la supresión de aforamientos, el año pasado, sin desarrollo legislativo.

Sin embargo, según el líder de IU, la comarcalización «que ahora parece de actualidad» está sin desarrollar pese a tener una Ley con más de dos décadas y ser parte del Estatuto; por lo que considera que «vamos tarde en éste y otros muchos temas».

En este sentido, sostiene que los sucesivos gobiernos «no han ejercido de forma eficaz y eficiente buena parte de sus competencias», como en cultura y patrimonio, urbanismo, sector primario, industria o vivienda «donde no hay normativa o la que hay está lejos de satisfacer un desarrollo sostenible y las demandas sociales y de los 102 municipios», o el propio Defensor del pueblo cántabro que no existe.