Revilla reivindica en Bruselas que el tren a Bilbao esté en la Red Europea: «Es vital»

«La impresión es positiva», afirmó Revilla al finalizar una jornada en la que se reunió con el embajador de la Representación Permanente de España ante la UE, Marcos Alonso -y los miembros de su equipo que trabajan en el ámbito de las infraestructuras- y con los portavoces españoles de los principales partidos en el Europarlamento. El Gobierno de Cantabria da por hecho que tiene el respaldo de todos ellos.

Un respaldo que es importante, pero no suficiente. La última palabra al respecto la tendrá la Comisión Europea, que en los próximos meses revisará el reglamento que se aprobó en 2013 en el que se dibujaba el mapa de las conexiones. En aquella ocasión, la comunidad autónoma fue la única del norte de España que quedó apartada de esta red que daría acceso a Cantabria a Francia y al resto del continente a través de Bilbao. Ahora se abre una ventana de oportunidad para corregirlo.

«Ahora la Comisión entiende que es el momento del ferrocarril, que hay que apostar por el ferrocarril. Que se dejara a Cantabria aislada en esa conexión es algo que tiene que tener una rectificación», apuntó Revilla, que también reconocía que «es difícil convencer a la Comisión de que rectifique, pero en este año se pueden hacer modificaciones».

El Ejecutivo autonómico ya se aseguró hace unas semanas el apoyo del Gobierno de España para que solicite en Bruselas la inclusión de Cantabria en la Red Transeuropea. Si el Ministerio no hubiera cursado -ya lo ha hecho- esta petición, no habría habido ninguna posibilidad. Y ahora ha sumado el apoyo de los principales partidos en la Eurocámara para que, si la Comisión no cambia de opinión, los grupos políticos traten de enmendar el documento definitivo. Así, según avanzó Revilla, la región tendrá el apoyo de socialistas, populares, liberales y el grupo Renew Europe -en el que están integrados distintos partidos nacionalistas-, tras las reuniones mantenidas con los representantes españoles del área de Transportes del Parlamento Europeo, Isabel García (PSOE), Pablo Arias (PP), Luis Garicano (Cs) e Izaskun Bilbao (PNV), respectivamente.

«Estamos ante un hecho vital para los intereses de Cantabria. No pueden decir que no a esta petición. Sería un escándalo de tal nivel... Yo me colocaría aquí con un cártel. ¿Qué hemos hecho nosotros para merecer esto?», valoró Revilla tras los encuentros de la tarde. En estos momentos, el viaje en tren entre Santander y Bilbao requiere de tres horas y cinco minutos y el proyecto que se está redactando contempla una línea rápida de un máximo de 50 minutos con paradas en Laredo y Castro Urdiales.

Con él se pretende aliviar una vía con una elevada densidad de tráfico, que se traduce en retenciones habituales los fines de semana. Y en el caso de las mercancías, tener una salida directa de los productos tanto hacia el Mediterráneo como al resto de Europa a través del Corredor Atlántico. Y tenerlo en el horizonte de 2030, no en 2050, como podría ocurrir si no prosperan los actuales esfuerzos.

Si Cantabria está ahora peleando este asunto en Bruselas es porque no lo estuvo hace una década. Desde la oposición, acusan al bipartito de llegar diez años tarde con su reivindicación y también al expresidente Rodríguez Zapatero de no negociar con astucia la entrada de Cantabria en la red. Tanto PRC como PSOE se defienden y recuerdan que, aunque se tardó años en redactar el reglamento, cuando se aprobó en 2013 quien estaba en el poder, tanto a nivel nacional como regional, era el Partido Popular de Mariano Rajoy y de Ignacio Diego.

Después de los encuentros de ayer, en los que estuvo acompañado por la directora de la Oficina de Cantabria en Bruselas, Inma Valencia, y de los que el líder regionalista salió «verdaderamente optimista», hoy continúa su agenda en Bruselas.

Así, Revilla se reunirá con el vicepresidente de la Comisión y alto representante para la Política Exterior, el español Josep Borrell, y con el responsable de Inversiones de la UE en infraestructuras, Pablo Fábregas. También con el vicepresidente de la Comisión, Margaritis Schinas, y con el gabinete de la comisaria de Cohesión.