Ribera reprende a Revilla y Blanco por el lobo: «A la Ley estamos sometidos todos»

«Su presencia para contestar sobre la postura del ministro de Agricultura (Planas) logra que al fin todas las cartas queden boca arriba. Podemos confirmar que el ministro Planas prefiere esconderse detrás de usted que dar la cara por el sector primario». Así empezó Fernández Viadero y ese fue su tono. A la carga. Que ni en el propio Gobierno ni en su partido estaban todos de acuerdo, que la decisión del lobo no tiene base científica y favorecerá la despoblación, que no se ha escuchado a los afectados, que no se atiende a los que saben... Que era «injusta e inexplicable». Y le recordó el frente común de los consejeros de Cantabria, Asturias, Galicia y Castilla y León y su decisión de ir a los tribunales.

Ribera salió suave en su turno. «Nunca vamos a dejarlos solos», dijo sobre ganaderos y vecinos de entornos rurales. «Conservación» y «cohabitación», repitió. Pero luego subió el tono y dejó notar que le había molestado tanto reproche. «Quisiera decir algo que parece una obviedad: Gobierno es Gobierno, y hablo en su nombre», aseguró antes de aclarar que no ejercía de «ministra de Agricultura (por Planas)». «Ejerzo de vicepresidenta tercera». Como un aviso a navegantes. Y así siguió con lo del comité científico, «que nadie ha cuestionado su calidad desde el año 2010», y con el tirón de orejas con lo de la Ley y el procedimiento. Y fue más allá. «Diálogo no es imposición por mucho que al presidente (por Revilla) y al consejero Blanco se les olvide. No se confundan. Hemos tenido más de treinta reuniones en distintos niveles. Pero su interpretación de diálogo es 'o hacen lo que nosotros queremos o simplemente bloqueamos'».

Dijo que «nadie se puede arrogar el 100% de la representatividad, ni siquiera usted» (respondió al senador porque este le había pedido que hablara con ganaderos y vecinos ya que ninguno estaba conforme con la decisión de colocar al lobo con especial protección), que detrás de las decisiones hay recomendaciones de la UE, que las partidas que contemplan para las indemnizaciones a los ganaderos son mayores que las de las cuatro comunidades más afectadas juntas y, básicamente, que si tomaban medidas es porque, hasta ahora, el sistema no funcionaba. Y que «los consejeros están en su derecho de recurrir lo que les parezca conveniente porque para eso está el Estado de Derecho».

«Yo no tengo la verdad absoluta, pero usted tampoco». Esa primera frase en la réplica de Fernández Viadero dejó claro que el tono no había bajado. Insistió en que la decisión de Ribera fue «unilateral», «por mucho que venga aquí con retahílas y justificaciones». «Realidades, señoría. No palabras huecas. Vaya a hablar con alguien a quien le han matado una vaca y no con los que están sentados en un despacho y sólo han visto un pueblo en las aventuras de Heidi. No venga a tomarnos el pelo y decir que Cantabria no hace su papel. Cantabria lo está haciendo y muy bien. De cinco manadas de lobos a diecinueve. ¿Eso qué es? ¿Es defender al lobo o es defender a la nutria?».

Ribera volvió a salir. Esta vez fue más breve. Más indemnizaciones para los ganaderos, más dinero para proteger las instalaciones, normativa europea... «Conservación y cohabitación». Y ahí acabó el rifirrafe.