La lluvia ayuda en la extinción de los nueve incendios activos en Cantabria

Son nuevos el de Ruente, Cieza y Los Tojos. Continúan vivos en Entrambasaguas, Ruesga, Cieza, Voto, Arredondo y Selaya. Especialmente este último es complicado porque lleva dos días devorando el monte en una zona de difícil acceso. Afortunadamente ninguno de ellos pone en peligro ningún núcleo de población.

En Rasines existe otro que a estas horas del domingo está controlado. La buena noticia es que el cese del viento sur -a partir de las 18.00 horas- ha ayudado a frenar el avance del fuego. Ha empezado a soplar el noroeste y la lluvia ha ayudado a la extinción.

Para este lunes se espera que el tiempo continúe como esta tarde; pero de nuevo se espera la llegada del viento sur para el martes, con más fuerza para el miércoles.

Un total de 180 operarios de la Dirección General de Medio Natural, repartidos en 26 cuadrillas, más el refuerzo de la Brigada de Refuerzo contra Incendios Forestales (Brif) trabajan en el monte para controlar y reducir los siniestros. Es cierto que, según la consejería, se trata de incendios que principalmente afectan a matorrales y a zonas de monte de difícil acceso, de regeneración y sin peligro para núcleos habitados o viviendas, pero en la mayoría de los casos, intencionados.

Según señalan, el fuerte viento de ayer por la noche ha dificultado tareas de control y extinción en algunas zonas pero ahora mismo se puede afirmar que la situación está «relativamente controlada»

Desde la Dirección General de Medio Natural aseguran que son incendios provocados y lamentan que se hayan registrado a partir de las nueve de la noche de ayer por las dificultades que conlleva para las tareas de extinción por la noche por razones de seguridad y accesibilidad

El Centro de Atención a Emergencias 112 del Gobierno de Cantabria coordinó, entre las 22.00 horas de ayer y las 08.00 horas de hoy, 24 intervenciones derivadas de las 89 llamadas recibidas en relación al viento que azota la región.

Ninguna de las incidencias ha revestido gravedad, correspondiéndose con la caída de vegetación y objetos a la vía pública y la red viaria, y con desperfectos en mobiliario urbano e infraestructuras.

Por zonas, ha sido la comarca de Campoo la que más intervenciones ha concentrado, todas sin consecuencias para personas, como la caída de un árbol, el desprendimiento de chapas metálicas de dos edificios o la caída de fragmentos de una cornisa.

Precisamente ese viento es el que obliga a activar la alerta roja para el interior de la región ante la posibilidad de que durante esta madrugada soplen vientos de hasta 140 kilómetros por hora. Unas rachas que, de ser sostenidas, pueden considerarse como huracanadas. Hoy ya las ha habido, y seguirán en la comarca campurriana. De hecho es en Alto Campoo donde se ha registrado la racha más fuerte de toda España, de hasta 141 k/h. Por encima de la segunda más fuerte, medida en la estación de esquí de Valdezcaray, con 138 k/h.

Dieron fe de ello las estaciones que MeteoCampoo tiene repartidas por la zona. La de El Chivo, en la estación invernal, por ejemplo, midió rachas máximas de hasta 199 kilómetros por hora, y en la de Tres Mares, de 170. Pero no sólo sopló fuerte en las cumbres; en el valle, también rugió con fuerza. Por ejemplo, en la localidad de Salces se registraron rachas de 141 kilómetros por hora, y de 119 en Reinosa. Todos esos datos se dieron entre la una y las tres de la madrugada.

Se trata de unos valores que bien podrían repetirse este domingo pues lo más duro en cuanto al viento provocado por el paso de la borrasca ‘Félix’ se anunciaba para el último día de la semana. Con especial incidencia en la Cantabria del Ebro, Campoo, Liébana y en los valles interiores de la vertiente norte. Las comarcas litorales quedaban fuera de esos avisos.

Ese mismo viento es el que provocó el ascenso de las temperaturas en toda la región, con valores máximos que rondaron los 20 grados a lo largo de la costa y en las comarcas próximas. Pero es que además de inducir ese alza de las temperaturas, el viento sur ‘barrió’ parte de la nieve que acumulan las montañas; como ejemplo, los 21 centímetros de espesor que se han reducido desde el jueves hasta mediodía de hoy en un punto de medición que MeteoCampoo tiene de la cota de 1.740 metros.

Todo ese desnieve de la cordillera en la comarca campurriana se ha dejado sentir en el caudal del río Híjar, que recoge esas escorrentías. De los 6 metros cúbicos por segundo con que bajaba el jueves subió hasta los 46 a mediodía, iniciando luego una paulatina recuperación hasta los 23 metros cúbicos por segundo que llevaba anoche.

Ese rápido aporte del Híjar, que luego llega a través del Ebro, más lo que recibe de otros pequeños arroyos, ha hecho que el embalse del Ebro haya sumado sólo entre el viernes y sábado 7 hectómetros cúbicos, lo que eleva el total almacenado a 327,6 hectómetros cúbicos, un 60,4% de su capacidad, según datos de la Confederación Hidrográfica del Ebro

Al otro lado de la cordillera, en la vertiente norte, los caudales de los ríos que vierten al Cantábrico se hallan en niveles normales y sin estimación de crecidas.