Ryanair cancela diez vuelos entre Santander e Italia por la epidemia

La aerolínea que dirige Michael O'Leary contactó ayer por correo electrónico con todos los pasajeros afectados. La decisión se enmarca dentro del programa de reducción de vuelos de corta distancia -principalmente, desde y hacia Italia- anunciado para las tres semanas que van del 17 de marzo al 8 de abril. «Ha habido una caída significativa en las reservas y también un avance en la ausencia de pasajeros», explicó Ryanair. «Queremos minimizar cualquier riesgo para nuestros usuarios y también para los empleados», aseguró el consejero delegado de la aerolínea, Michael O'Leary. «Por tanto, -continuó- tiene sentido podar selectivamente nuestro horario con los aeropuertos donde los viajes se han visto más afectados por el brote de coronavirus».

El anuncio de Ryanair coge de pleno al aeropuerto cántabro. Roma, Milán y Bolonia son los tres destinos semanales que, tras la decisión, verán reducidos los vuelos inicialmente previstos. El más afectado de todos, el que mayor número de pasajeros utilizan, es el que sale y llega a la capital italiana. Durante este tiempo no habrá ruta los días 20, 23 y 27 de marzo. Los billetes, por tanto, se han desplomado. Si lo habitual es que a 48 horas del despegue ronden o superen los cien euros, ayer a media tarde era posible comprar un tique al aeródromo de Ciampino por sólo 34. Por contra, como explican desde la Asociación Amigos de Parayas, los vuelos procedentes de Italia «vienen casi llenos».

Aunque Bolonia es una de las zonas transalpinas más afectadas por la epidemia, los planes iniciales de Ryanair sólo contemplan una suspensión: será el 23 de marzo. Además, ese lunes no aterrizará ni despegará en el Seve Ballesteros ningún otro avión entre ambos países. La ruta con Milán (en ambos sentidos, al igual que en el resto de casos) también ha sido cancelada a consecuencia del brote.

Los planes de Ryanair no contemplan hacer ninguna modificación más, aunque desde la aerolínea prefieren no pillarse los dedos. «Seguiremos monitoreando cuidadosamente las reservas y flexibilizando los horarios en respuesta al desarrollo de la epidemia», explicaron. «Todos los clientes afectados serán informados de cualquier cambio en sus pasajes con al menos catorce días de antelación», destacó O'Leary.

El consejero delegado quiso explicar que «desde un primer momento, estamos cumpliendo plenamente con todas las directrices que nos han dictado desde los diferentes gobiernos nacionales, la Organización Mundial de la Salud y la Agencia Europa de Seguridad Aérea».