Sánchez presume de gestión para movilizar a la izquierda y «ganar en Cantabria y Santander»

Este lunes, durante el mitin que protagonizó el presidente Pedro Sánchez en el Palacio de Festivales –como hizo el domingo el PRC, los socialistas se encargaron de subrayar el llenazo frente al «pinchazo» de Feijóo la semana pasada–, el líder del PSOE lanzó otro anuncio: la aprobación este martes en Consejo de Ministros de la Ley de Paridad, una norma cuyos principales planteamientos ya eran conocidos –consagra que al menos el 40% de los cargos en las direcciones de órganos políticos y empresariales sean mujeres– y a la que ahora se le da un empujón definitivo.

«A algunos les parecerá excesiva, pero a los socialistas, que somos feministas, creemos que a las mujeres les corresponde la mitad del poder político y económico», afirmó Sánchez en el marco de ese alegato feminista en el que habló del aumento de las pensiones, del ingreso mínimo vital o de la reforma laboral porque, según el presidente, las más beneficiadas de todas estas medidas del Ejecutivo nacional son ellas. Gestión. «Nunca diremos que España va bien ni que esto es un milagro económico (al estilo Aznar) porque hay muchos problemas, pero sí que la vía socialdemócrata gestiona mejor para la mayoría, no para el interés de la élite».

Habló de gestión cuando enumeró todas las leyes aprobadas durante esta legislatura y contrapuso su acción desde La Moncloa a la del PP. Porque eso, recordar a sus potenciales votantes lo que hicieron los populares cuando estaban en el poder, fue otro de los recursos que utilizan los socialistas para intentar movilizar a la izquierda. Lo hizo Sánchez, y también lo hicieron el candidato socialista a Peña Herbosa, Pablo Zuloaga, y al Ayuntamiento de Santander, Daniel Fernández –en su caso no para recordar lo que hacía el PP, sino lo que sigue haciendo el PP–. «La derecha solo pronuncia un verbo:derogar. En vivienda, en materia laboral, en pensiones, en igualdad... Derogar no es un proyecto político, es volver hacia atrás, a la España de 2013», insistió el presidente, que frente a los ataques de Feijóo sobre las medidas que despliega en campaña, le matiza que «no son anuncios, son hechos. Porque los publicamos en el BOE».

Gestión, pero todo en clave nacional. Sánchez no gastó ni un segundo en presumir de lo hecho por el Gobierno de España en Cantabria, quizás porque Zuloaga no se dejó ni un euro del dinero gastado con cargo a los Presupuestos del Estado en el cajón. Desde el pago de la deuda de Valdecilla, hasta el Plan de Cercanías, el inicio de las obras del AVE, el proyecto del tren a Bilbao o el tercer carril de la A-67.

Tampoco habló sobre pactos poselectorales el presidente Sánchez, que antes de estar en la Sala Argenta visitó en Treto la empresa SEG Automotive, beneficiaria de la recepción de fondos europeos para el proyecto del coche eléctrico. Ni siquiera nombró a Revilla. Solo vaticinó que el PSOE, que «tiene las mejores propuestas en vivienda, educación, sanidad o FP» y que también tiene «los mejores candidatos a la Presidencia de Cantabria y Santander», va a ganar las elecciones.

Lo primero que hizo Zuloaga fue pedir perdón. No a los asistentes por el retraso de horas y cuarto en el comienzo del acto, sino a las 200 personas que se quedaron fuera una vez que se completó el aforo. Y, a partir de ahí, insistió en ese mensaje de la gestión y en traer al presente las políticas que llevó a cabo el PP cuando gobernó Cantabria entre 2011 y 2015. «Quieren volver a gobernar Cantabria y yo estoy aquí para que no vuelva a suceder. Cuando gobernamos tomamos decisiones para mejorar la vida de la gente y queremos seguir haciéndolo. Somos los únicos que estamos aquí para parar a la derecha». Y puso como ejemplo la privatización que hicieron los populares de los servicios externos de Valdecilla, que asumió un «Ferrovial que hoy tributa en los Países Bajos, porque donde nosotros vemos un servicio público, ellos ven un negocio», o la promesa de Buruaga de rebajar 200 millones en impuestos y eliminar el Impuesto de Patrimonio que «solo paga el 0,5% de los cántabros».

Pero el momento que más emocionó a los simpatizantes, el que hace pensar a los dirigentes del PSOE de Cantabria que la ilusión por su proyecto va a más, fue cuando Zuloaga recriminó a Feijóo sus palabras en ese mismo lugar sobre la polémica de las listas de Bildu. «No vale venir al Palacio de Festivales a hablar de ETA y no de Cantabria. Esta es la tierra del hombre que acabó con ETA», dijo ante un público en pie en recuerdo a Rubalcaba.