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Los controles realizados en la noches del sábado y la madrugada de este domingo por los diferentes cuerpos y fuerzas de seguridad, en diferentes localidades cántabras han tenido su efecto y no se han registrado actos vandálicos. Eso sí, ha habido muchos botellones, ... pero no han causado la alteración del orden.
En Noja, dende estaba previsto un fuerte operativo de refuerzo de la Guardia Civil, precisamente para evitar aglomeraciones de jóvenes en las calles y actos vandálicos como ha ocurrido en anteriores fines de semana, la noche ha transcurrido con mucha tranquilidad, aunque eso sí los agentes han puesto 100 sanciones por hacer botellón. Según informa Ana Cobo, muchos jóvenes se han reunido en la playa de Ris para beber, pero estaban en grupos dispersos y en ningún momento se han producido alteraciones del orden. Los efectivos de la Usecic y los agentes de la Policía municipal de Noja han permanecido toda la noche controlando a los chavales y no se han registrado incidentes graves. Los botellones en la playa y en el aparcamiento de Ris se han saldado con un centenar de denuncias.
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En Laredo, a pesar de que los bares cerraron a la hora decretada por Sanidad y los locales de ocio nocturno permanecieron cerrados, la incidencia de los botellones ha sido baja. Según fuentes policiales, los agentes han tenido que dispersar un grupo de unos 60 chavales en la zona de la Cruz Roja, tras producirse una pelea entre dos grupos. Lo que sí han recibido los policias locales de Laredo son muchas llamadas de vecinos quejándose de ruidos en viviendas en los que había, supuestamente, fiestas privadas.
En Castro Urdiales la noche festiva nada tuvo que ver con la del viernes, día en que se celebró la emblemática fiesta del Coso Blanco, aunque sólo hubo una exposición de carrozas y unos fuegos artificiales. «Ha sido como un sábado normal de verano. Algún botellón en la zona de La Atalaya e incidencias sanitarias por etilismos», apuntaron desde la Policía Local de Castro Urdiales.
En Santander la noche también ha transcurrido más o menos tranquila. «Ha habido lo que hay todos los fines de semana, peleas, positivos en controles de alcoholemia, algunos botellones en distintos puntos de la ciudad, pero no ha habido incidentes graves», explican desde la Policía Municipal de la capital cántabra. Los agentes locales han vuelto a controlar, durante la noche del sábado y la madrugada del domingo, el aforo de los bares y pubs santanderinos, pero en esta ocasión no se ha denunciado a ningún local. Las discotecas han permanecido cerradas a cal y canto, por segunda noche, y en el resto de negocios hosteleros nocturnos que abrió sus puertas hasta las 3.00 de la madrugada ha primado la cordura y no han producido aglomeraciones en el interior, como ocurrió la noche del viernes en algunos negocios de hostelería.
Tampoco en Torrelavega hubo incidentes durante la pasada noche. Además de los ya habituales controles de alcoholemia y test de drogas, en los que fueron denunciados cuatro automovilistas, la Policía Local de Torrelavega denunció a tres establecimientos de hostelería: uno de ellos por servir bebidas en la barra y a los otros dos por incumplir el horario de cierre. Además los agentes disolvieron sin problemas dos botellones, uno en la zona Pedrosa-Viernoles y otro en Pintor Modinos.
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