Sanidad activa su plan de choque ante el coronavirus y suspende toda la actividad no urgente

La lucha contra el coronavirus en Cantabria se tiene que librar desde cada casa. Que el llamamiento de las autoridades sanitarias para contener en la medida de lo posible la epidemia, que está causando estragos allí donde llega sin control, amortigüe el brote en la región. El último parte de incidencia sumó ayer otros 19 casos positivos de Covid-19. Cada día que pasa, el repunte supera al anterior. En total, son ya 47 los infectados en Cantabria, cuatro veces más que el domingo pasado, de los cuales nueve ya han recibido el alta.

De los 38 que están en pleno proceso infeccioso (entre ellos, un profesional sanitario), 16 se encuentran hospitalizados en Valdecilla y 2 en Sierrallana, ninguno en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), mientras que el resto permanecen en aislamiento domiciliario. Lo que empieza a suponer un grave problema es la saturación de llamadas a los teléfonos de emergencias de personas con síntomas compatibles con el coronavirus (fiebre, tos, expectoración y malestar general...) para solicitar la prueba diagnóstica. El caos en el centro coordinador del 061 es tal que «está impidiendo atender urgencias vitales». Para liberar las líneas, se hizo un llamamiento urgente a la ciudadanía para que se llame «sólo si es imprescindible». Un mensaje lanzado también desde las redes sociales de Bomberos de Santander: «Porque las urgencias ordinarias no han dejado de existir». Con el fin de descongestionar la central del 061 y del 112, ya existe una línea exclusiva para las dudas sobre la enfermedad: 900 612 112.

«Estamos observando que los casos de coronavirus van en aumento, siguiendo la descripción de la curva epidémica, estamos trabajando para que esa curva sea lo más plana posible, para lo cual rogamos la colaboración de toda la ciudadanía», recalca la directora de Salud Pública, Paloma Navas. «Es muy importante respetar las medidas extraordinarias puestas en marcha y limitar el contacto social a lo imprescindible, a nuestro círculo más cercano».

La primera oleada de positivos tenía a Italia como principal foco de contagio. En la segunda, que empezó el pasado jueves de forma más acusada, el pico lo han desencadenado, sobre todo, las personas desplazadas de las comunidades más castigadas por el virus, principalmente Madrid y País Vasco. La falta de concienciación social ha hecho el resto. Ese día, el consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez, rogó a los recién llegados, principalmente estudiantes, y a los visitantes que permanecieran aislados en sus domicilios durante 72 horas.

A partir de ahí se han sucedido las medidas de restricción, cada vez más severas, hasta llegar a la situación actual, con el estado de alarma decretado por el Gobierno central. Una cascada de cancelaciones encaminada a minimizar los contactos sociales y, con ello, la transmisión del coronavirus, que es altamente contagioso. Ayer, en la primera jornada de cierres de grandes superficies, de instalaciones deportivas, culturales, sociales, turísticas y religiosas, el silencio mandó en las calles. Menos gente, menos tráfico. Las concentraciones se dieron a las puertas de los establecimientos de alimentación, que sí permanecían abiertos, y en los bares, hasta que a mediodía echaron la persiana durante las próximas dos semanas. Navas considera «preocupante» que en las tiendas de alimentación «se han dado situaciones de gran acúmulo de personas, que es lo que se debe evitar en estos momentos».

Consciente de la «ansiedad» entre la ciudadanía, pide «serenidad» y recuerda que el coronavirus es una enfermedad que en el 80% de los afectados presentará síntomas leves y que lo recomendable es el autoaislamiento en su domicilio. «La frecuente higiene de manos, con agua y jabón, sigue siendo la medida más eficaz para prevenir la propagación del virus», añade. Las manifestaciones clínicas más graves del Covid-19 se registran «en personas con enfermedades de base y en los fumadores».

El repentino aumento de la demanda en Urgencias de Valdecilla, registrado en las últimas horas, ha obligado al servicio a poner en marcha el plan de choque que en principio se había diseñado para activar la próxima semana. Así, ayer mismo ya se había establecido un doble circuito para separar desde la llegada la atención a las enfermedades infecciosas del resto de patologías, incluso antes de pasar por el triaje, donde los profesionales ya evalúan a todos los pacientes con el equipo de protección completo (bata, guantes, mascarilla y pantalla facial). El objetivo es extremar las precauciones y evitar al máximo el contagio, tanto entre los propios pacientes, como entre los sanitarios, pieza vital en esta emergencia sanitaria. Y son ellos los que han impulsado el movimiento 'quédate en casa', pidiendo «que la gente acuda al hospital sólo en caso de urgencia o de complicaciones graves» para no colapsar el sistema.

Valdecilla ya ha puesto en marcha una batería de medidas para «vaciar el hospital». De entrada, ha reducido el 70% de las cirugías. A partir del lunes, sólo se operará lo urgente y la patología oncológica, para liberar así las camas que la asistencia al coronavirus va a requerir, al tiempo que se ha dado orden de agilizar el alta a los pacientes ingresados que «en estos momentos están más seguros en sus casas». También se han aplazado consultas no urgentes y se están potenciado las no presenciales para reducir el tránsito de usuarios por las salas y pasillos de Valdecilla Sur. En aquellos casos que es posible, los facultativos están llamando por teléfono. Y se ha habilitado la posibilidad de establecer consultas por videoconferencia a través de una nueva aplicación del Servicio Cántabro de Salud (SCS), que se puede descargar en su página web. Medidas todas ellas que Sanidad ha extendido al resto de hospitales de la región (Sierrallana, Laredo y Tres Mares), con la instrucción de «reajustar su actividad programada a lo estrictamente necesario».

Yesto se aplica también en el caso de los centros de salud, donde se ha anulado temporalmente la posibilidad de pedir cita previa. «Para optimizar el uso de los recursos del SCS, sólo se atenderá la petición de cita por teléfono para discriminar únicamente las citas de carácter imprescindible», informa. Cada Gerencia organizará a su plantilla para garantizar la atención sanitaria y minimizar su exposición, «facilitando medidas de flexibilidad horaria que permitan el cuidado de hijos en edad escolar».

Salud Pública recuerda que el período de incubación de Covid-19 es de 2 a 14 días, y el 50% comienza con síntomas a los 5 días de la transmisión. Por analogía con otros coronavirus se estima que este periodo podría ser de hasta 14 días. El 77,8% de las personas afectadas tienen entre 30-79 años, y sólo un 2% son menores de 20 años; el 51,4% son hombres.