Sanidad admite el error de las plazas del concurso de traslados y da marcha atrás

«En un hospital hiperespecializado, donde te piden estar en la cresta de la ola, no te pueden mandar a la calle, después de años de especialización, para traer a otro profesional que no tiene esa experiencia», que es una posibilidad que puede darse con la convocatoria de traslados. Es, en síntesis, el motivo central de una rebelión médica que fue secundada por todos los servicios de Valdecilla. Tal fue el revuelo generado, con amenaza incluida de paralizar la actividad extraordinaria para reducir las listas de espera (las peonadas), que Sanidad se dio prisa en intentar enmendar lo que el propio consejero, César Pascual, reconoce que ha sido «un error».

«Lo que ha habido es un fallo de comunicación. En ningún caso se dibujaba un escenario de que se tuviera que ir gente del hospital», asegura. «Entiendo la preocupación de los jefes a que se les quedaran cojos los servicios, es el problema de no explicar bien las cosas, porque el miedo es libre», añade Pascual, que asegura que «lo último que quería era un incendio innecesario, porque en un contexto de falta de médicos, esto no lleva a ningún sitio, la ganancia es cero». Reconoce el consejero que «la intención era sacar el mayor número de plazas a traslados», pero también que «había que ver el impacto real de hacerlo, y eso era lo que se tenía que haber negociado con los jefes y no se ha hecho. Ese ha sido el gran error».

No obstante, recuerda que la propuesta no se había llegado a publicar en el BOC tras aprobarse en la mesa sectorial con el acuerdo de los sindicatos. «Si hubiéramos sido tajantes con el cumplimiento de la ley, se hubiera publicado al día siguiente, pero decidí esperar porque había señales que así lo aconsejaban».

En la polémica propuesta se planteaba sacar a concurso de traslados 200 plazas de facultativo, incluidas en ese lote tanto las vacantes por comisión de servicios y promoción interna (las habituales), como las que se prevén ofertar en la segunda fase de la OPE de estabilización –ahora se está resolviendo la primera, en la que se adjudicarán las plazas por la vía del concurso (por méritos), pero sin examen–. Y es ahí donde viene el enredo.

¿Qué implicaba eso? En la práctica, suponía que todas esas plazas que el SCS quería poner a disposición del personal fijo interesado en cambiar de destino laboral –lo cual abre la puerta a profesionales de otros centros e incluso de otras comunidades– están ocupadas ahora por interinos que no solo podían verse desplazados por el traslado sino también ver alejada la opción de consolidar su puesto en las oposiciones.Aunque el riesgo del concurso de traslados es asumido por los profesionales, la queja monumental, expresada en una carta firmada por todos los jefes de servicio y transmitida también por el personal interino afectado, venía por haberse incluido «prácticamente todas las plazas pendientes de sacar a OPE». Y justo esto último es lo que se rectificará. «El concurso de traslados se convocará con una solución que satisfaga a todos», garantiza Pascual, que avanza que «tendrá muchas menos plazas».

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