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El consejero de Sanidad, Raúl Pesquera, comunicó este viernes en el seno de la reunión del Patronato de Valdecilla el cese de José Luis Arroyo, director del Banco de Sangre y Tejidos durante 16 años. Una decisión que se eludió en la nota de ... prensa del encuentro (sólo se mencionaba que la plaza quedaba disponible). En ella informó también del nombramiento de la nueva directora del Observatorio de Salud Pública, Norak Cruz (que fue número 16 en las listas del PSOE en las últimas elecciones al Parlamento), que toma el relevo de Adrián Hugo Aginagalde, el epidemiólogo que estuvo al frente de la entidad durante la pandemia -en concreto, de junio de 2020 hasta el pasado julio-.
La «inesperada» salida de Arroyo, que será oficial el próximo 24 de septiembre, ha cogido por sorpresa no sólo a su propio equipo -la sede del Banco de Sangre está en el Hospital de Liencres- sino también a los compañeros de Valdecilla, especialmente a los del servicio de Hematología, con los que ha trabajado de la mano durante todos estos años al frente de la entidad. Una trayectoria en la que se ha mantenido en el cargo con independencia del color político al mando de la Consejería, ya que ha sido director tanto en las legislaturas gobernadas por el PP como por el bipartito PRC-PSOE.
Y sorprende, sobre todo, por el momento en el que se produce su cese, cuando están en pleno desarrollo los proyectos de terapia celular, uno de los campos que la Administración sanitaria se marca como eje estratégico de futuro y en el que Arroyo ha estado directamente involucrado desde sus primeros pasos. De hecho, el resultado del trabajo desempeñado en estos años fue la reciente designación de Valdecilla como centro acreditado por el Ministerio de Sanidad para la administración de la inmunoterapia con células CAR-T, el avance dentro de la medicina de precisión más prometedor frente a tumores hematológicos de alta complejidad. Y no sólo eso, sino que desde el Banco de Sangre, uno de los servicios centrales del engranaje sanitario, se están produciendo incluso las primeras terapias celulares. En declaraciones a El Diario Montañés, el propio Arroyo reconoce que se ha visto «sorprendido» por la decisión de Pesquera, que antes que consejero fue gerente de la Fundación Valdecilla (de la que depende directamente el Banco de Sangre) y lamenta no poder continuar con los proyectos que ha impulsado: «Entiendo que la dirección es un puesto de confianza y ya no encajo en los proyectos de futuro del consejero, pero seguiré colaborando en todo lo que pueda desde el servicio», apunta, dado que tiene plaza en excedencia como hematólogo dentro del Banco de Sangre y Tejidos, donde ha contribuido en su etapa como director a la autosuficiencia de la comunidad en componentes sanguíneos para transfusión, así como a la creación del programa de donación de médula ósea, de donación de cordón umbilical, del banco de leche y del banco de segmentos vasculares y válvulas cardíacas.
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