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Horas de negociación en balde. Así se resume la jornada de reuniones mantenida ayer entre el Servicio Cántabro de Salud (SCS) y el sindicato de enfermería convocante de la huelga anunciada a partir de la próxima semana, primero con paros parciales e indefinida a ... partir del 6 de mayo. Por la mañana se acordaron los servicios mínimos, con discrepancias por parte de Satse, «puesto que no hay datos objetivos para valorar por zonas de salud rurales y urbanas. Ha sido una incongruencia total», señaló María José Ruiz, secretaria autonómica del sindicato, ofendida sobre todo «porque ni siquiera nos han presentado una propuesta por escrito, y ya sabemos que las palabras se las lleva el viento». El comité de huelga acudía al encuentro con el gerente del SCS, Benigno Caviedes, dispuesto a acercar posturas, pero salió sin avanzar ni un milímetro. «Es intolerable la discriminación hacia el personal de enfermería», denuncia Ruiz, que reconoce que «el ambiente entre los profesionales es tenso, porque la gente está muy quemada».
Para detener el órdago de las enfermeras haría falta replantear el documento que lo ha provocado, el plan aprobado por la Consejería de Sanidad para reorganizar la Atención Primaria con la entrada en vigor de la jornada de 36 horas semanales, que limita la agenda de los médicos a 28 pacientes al día por la mañana y contempla que las enfermeras se encarguen de cribar la demanda que llegue al centro de salud sin cita previa. Un documento consensuado con el Sindicato Médico, «sin contar con el resto de colectivos profesionales que también se ven afectados por los cambios», y secundado en mesa sectorial por CSIF y ATI, una vez incorporadas las reivindicaciones del personal de Urgencias (SUAP), que también protagonizaron su propia convocatoria de huelga, aunque se anuló al día siguiente. La Administración atendió «en parte» sus demandas, pero mantuvo el adelanto del horario (a partir del 1 de mayo las Urgencias empezarán a funcionar a las 15.00 horas, en lugar de a las 17.00, entre semana).
1 1Acabar con la diferencia de las condiciones laborales y retributivas de enfermeras, matronas y fisioterapeutas, discriminados respecto a otros colectivos.
2 2Creación de empleo estable, reduciendo la precariedad de los contratos temporales para evitar la fuga de profesionales.
3 3Mayor dotación de personal, con ratio enfermera/médico (1/1) y cobertura al 100% de las ausencias desde el primer día.
4 4Reconocimiento de la figura de las enfermeras, matronas y fisioterapeutas por parte de la Administración, se sienten ninguneados y menospreciados.
5 Adecuación retributiva de la atención continuada. Y que se remunere la guardia localizada que implique más de dos horas y media de presencia física.
6 Mantener el horario de SUAP de 17.00 horas a 09.00 y reconocer el complemento de turnicidad para el personal del 061.
Sin embargo, en el caso de las enfermeras, el segundo intento de Sanidad por frenar los paros ha fracasado. «Pero es que no nos han presentado alternativa alguna», critica Ruiz. Desde Satse reiteran que «la prescripción enfermera, que era nuestra reivindicación, no implica el diagnóstico médico. Nunca hemos querido recetar fármacos como los facultativos, pero sí poner tratamientos de cuidados de diagnósticos de enfermería». Por eso, añade Ruiz, «es ahora cuando tenemos que ajustar bien los límites. La Administración nos pide que no creemos alarma social, pero no vamos a asumir un trabajo que está fuera de nuestras competencias. Es más, el seguro de responsabilidad civil no nos cubre en caso de error, así que tendríamos que responder con nuestro patrimonio».
El colectivo está convocado mañana a una asamblea en el Colegio de Enfermería. «Lo que pedimos es que haya una equiparación salarial, no puede ser que a la enfermera se le pague la hora 16 euros menos que a los médicos. Tal y como está firmado, por la tarde trabajaríamos por 10 euros la hora». En el caso de las guardias localizadas en los hospitales, otro de los puntos más controvertidos del documento, «resulta que la diferencia entre el celador y la enfermera es de apenas un euro, mientras que al médico se le paga más de doble que a nosotras y encima se le abona la presencia física y se tiene en cuenta si es domingo o festivo, y a las enfermeras como si fuera un día más. Es un agravio comparativo que no vamos a consentir».
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