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El Servicio Cántabro de Salud (SCS) aún no ha respondido al órdago que lanzaron el martes los médicos de los hospitales, dispuestos a renunciar al trabajo extra que realizan por las tardes (operaciones, consultas y pruebas complementarias) hasta que se actualicen las tarifas que cobran ... por esa jornada adicional, toda vez que «llevan congeladas desde hace diez años», como denunció el Sindicato Médico, que ha reclamado sin éxito a la Gerencia una actualización.
Sólo el anuncio de la medida desencadenó durante esa misma mañana un aluvión de llamadas a Valdecilla por parte de pacientes y familiares que pedían conocer si se verían afectadas su citas. Y es que, de llevarse a cabo el plante, alteraría la programación por las tardes de intervenciones quirúrgicas, pruebas de escáner y ecografías (las resonancias se salvarían del trastorno) y consultas con los especialistas previstas más allá de las tres de la tarde. Así que es comprensible el nerviosismo entre los pacientes, cuando han llegado hasta ahí después de superar sus demoras correspondientes.
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Pero hasta el momento no ha habido acercamiento por parte del SCS para evitar la protesta que comenzaría a partir del lunes. Sí que dijo el gerente, Rafael Sotoca, que «se está trabajando en la mejora» de las cuantías que se abonan por ese trabajo extra –recordó que se destinará un millón de euros más para este fin–, pero no dijo cuándo ni de qué manera, a la espera de que se lleve a la mesa sectorial para su negociación. Y por ahora no hay convocatoria a la vista (salvo que hoy se organice para mañana), lo que implica que se celebraría –posiblemente la semana que viene– ya con el conflicto abierto. En este caso, no se trata de una huelga, porque los médicos lo que plantean es dejar de meter horas extraordinarias, al considerar que no están debidamente pagadas. Pero sin candidatos a cubrir estos programas especiales (las peonadas), el plan de choque de Sanidad para aligerar las abultadas listas de espera se vuelve a caer.
La asamblea en la que se tomó la decisión del plante fue convocada por el Sindicato Médico, pero ayer CSIF se sumó a la reivindicación. En nota de prensa, denunció «la parálisis y falta de respuesta» por parte de Sanidad tras «solicitar reiteradamente la actualización de las cuantías de los programas especiales». «Una vez más esta Administración utiliza la política de imposición y hechos consumados, como ya hizo con la modificación de jornada y condiciones de trabajo del SUAP de Castro Urdiales, negándose a negociar una mejora de las retribuciones por esta actividad que llevan congeladas muchos años», añadió. Para CSIF, es «lamentable que el Servicio Cántabro de Salud no sea capaz de asumir unas propuestas razonables que corrijan la injusta manera en que se está retribuyendo unas horas de jornada extraordinaria que sirven para solucionar el grave problema de las listas de espera que lastra la calidad asistencial que ofrecemos a nuestros ciudadanos».
Mientras tanto, el SCS anunció ayer la incorporación de doce médicos a las plantillas de los centros de salud de Astillero, Altamira (Puente San Miguel), El Alisal (Santander), Bajo Pas, Camargo Interior, Santoña, Gama, Los Castros (Santander), Meruelo, Cudeyo, Bezana y Cotolino (Castro Urdiales), que se suman a los diez refuerzos de febrero. Si no todos, la mayoría son recolocaciones de los médicos de continuidad previstas en el acuerdo de fin de huelga de noviembre, en el que Sanidad se comprometió a mejorar las condiciones laborales de los 74 profesionales que hasta entonces rotaban por distintos centros para cubrir sustituciones.
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