Hasta la fecha, no se han detectado irregularidades en los contratos públicos examinados, que es la parte que depende de la Administración. No obstante, la vinculación de los médicos aludidos con esta compañía excede del ámbito público, donde Fresenius es la principal proveedora de material hospitalario, como queda reflejado en las sucesivas adjudicaciones. Así, entre 2010 y 2014, el gasto en material de diálisis en Valdecilla fue de 3,3 millones, de los cuales la mitad se facturó a Fresenius, mientras que el resto se repartió en compras a las otras dos adjudicatarias: Bellco y Hospal. Entonces el gerente del hospital era José Luis Bilbao y el consejero de Sanidad, Luis Truán. De cara a los cuatro años siguientes (2015-2018), con César Pascual al frente de la Gerencia y María José Sáenz de Buruaga como consejera, se repitió el concurso, también repartido en lotes, por valor de 2,9 millones, y de nuevo la cuantía más elevada correspondió a Fresenius (1,6 millones). En este caso, las otras dos proveedoras fueron Baxter y Bellco.
La vía del concierto de la diálisis extrahospitalaria es la otra conexión del SCS con la multinacional alemana que ha reconocido que entre 2007 y 2015 realizó «pagos inapropiados» a facultativos de hasta 17 países, con el objetivo de obtener información privilegiada de cara a los concursos públicos a los que optaban, al tiempo que ofrecían compensaciones por el envío de pacientes a sus clínicas y por favorecer la adquisición de sus productos. Y es justo ahí donde convergen los nombres de seis profesionales del antiguo servicio de Nefrología de Valdecilla. El documento del Departamento de Justicia de Estados Unidos, a partir del cual se ha destapado esta presunta trama, hace alusión a la venta millonaria de Dialsán, la empresa creada por estos facultativos, a Fresenius en 2004, así como las condiciones económicas que acordaron para los cinco años siguientes, que les reportaron unos 750.000 euros. Los tres nefrólogos citados en la información publicada por El País el martes, Ángel de Francisco, Manuel Arias (ambos fueron jefes de servicio de Nefrología) y Julio González Cotorruelo (excoordinador de trasplantes de Cantabria), han reconocido su relación con la empresa, aunque defienden que toda su colaboración ha sido «perfectamente legal» y que nunca han interferido en los concursos.
Según la documentación recabada por este periódico, la contratación del servicio de diálisis extrahospitalaria en Cantabria se inició ya en tiempos del extinto Insalud, siendo el último contrato licitado desde Madrid en 1997, con una duración de 10 años. Al término de éste, en 2007, el SCS convocó un nuevo concierto, adjudicado a Dialsán en 16,5 millones, con una duración de cinco años, que se prorrogó otros dos. Firma la resolución José Alburquerque, gerente del SCS en el equipo que dirigía Charo Quintana. Esta colaboración se renovó en 2014 (aprobada por el gerente de la era Buruaga, Carlos León), en otro concurso que tiene vigencia hasta 2020, valorado en 22,5 millones. Entonces la clínica ya se llamaba Fresenius Medical Cares Services Cantabria. En ambos procesos, la unidad ubicada ahora en el centro empresarial Zoco Gran Santander fue la única oferta presentada.
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