Sanidad da un ultimátum a los médicos sobre las peonadas: «No habrá más ofertas»

Al término del encuentro, el gerente del SCS, Rafael Sotoca, señalaba que, si hubiera acuerdo, la administración accede a introducir «algunas mejoras», como la entrada en vigor de las nuevas retribuciones a partir del 1 de mayo, en lugar de julio, que era la pretensión inicial; y que «en caso de prórroga, se contemple un aumento de la subida prevista en la ley de presupuestos». Pero el Sindicato Médico, que es quien ha liderado la reivindicación que bloqueó los quirófanos por las tardes, en su demanda de «actualización de unas tarifas que llevan más de diez años congeladas», ya había avanzado su 'no' a la propuesta la semana pasada.

Esta mañana no hubo novedades en la oferta (por lo que su postura tampoco varió), pero sí más tensión en la sala, donde el consejero «visiblemente irritado e indignado», como le describen varios de los presentes, «llegó a amenazar incluso con volver a las condiciones de partida». Es decir, retirar la propuesta en ciernes y dejar las retribuciones de las peonadas como están. «Es una cuestión de cabezonería. No se da cuenta de que con la aprobación del acuerdo por sí solo no se arregla nada si no tiene la aceptación de los profesionales, que son los que tienen en su mano trabajar más allá de la jornada ordinaria de forma voluntaria», declara el secretario general del Sindicato Médico, Óscar Pascual. Y para eso «las condiciones tienen que ser atractivas, y las que plantean no lo son», añade.

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El gerente del SCS, en cambio, se mostró más optimista, a través de un breve audio enviado a los medios, considerando que es «una propuesta buena para profesionales y para pacientes, que espero que se pueda refrendar en firma». Desde el Sindicato Médico responden que «estábamos dispuestos a rebajar nuestras expectativas del 25%, pero siempre que haya un compromiso de actualización a medio plazo, no para que se queden congeladas las tarifas otros diez años». Y ese es el matiz al que fía la única posibilidad de salvar un acuerdo que ayer fue imposible.

«No ha habido acercamiento de nada, y la actitud del consejero, desde luego, no ayuda en absoluto», opina Pascual, que teme que ese atisbo de compromiso de continuidad, al que alude Sotoca, «se quede en nada, porque los programas especiales no se prorrogan, sino que se aprueban para un tiempo concreto, habitualmente seis meses». No obstante, la respuesta definitiva del colectivo llegará mañana cuando examine la última redacción del documento. Y pendiente de ese paso queda también la postura de CSIF, el único sindicato que no ha dicho un 'no' rotundo –a diferencia del resto de las organizaciones con representación en la mesa (UGT, CC OO, ATI y Satse)–. «Querían que se aplicara el acuerdo desde julio y hemos conseguido que, de aprobarse, entre en vigor en mayo. Ahora bien, hay otras cuestiones que hemos planteado, como la prórroga de determinados módulos de horas de actividad extra, que no está clara, o una cláusula para que las tarifas sean revisables y se puedan ajustar al IPC», sostienen desde CSIF.