El sector turístico alarga por fin la temporada y crece a un ritmo del 15% desde antes del covid

Tal ha sido la afluencia de gente que ha recalado en Cantabria hasta el reciente puente del Pilar, que este hostelero –que apuesta por un servicio de «calidad»– afirma que el pasado jueves, 12 de octubre, ha trabajado «como un sábado de agosto de los extraordinarios».

Su caso es un ejemplo de la situación que ha vivido un sector que está creciendo a un ritmo del 15,6% (respecto a 2019), que requirió en septiembre un 1,8% más de personal y subió los precios un 7% (restauración) y un 14% (alojamiento), y que cree que por fin se ha conseguido el tan ansiado objetivo de desestacionalizar el turismo en Cantabria, al menos se ha logrado alargar la temporada hasta el mes de octubre. Gracias, eso sí, al buen tiempo, que ha sido el factor determinante en una comunidad autónoma que carece de un plan estratégico turístico y donde la principal oferta del Gobierno regional son los descuentos en las instalaciones que gestiona, caso de Cábarceno o el teleférico de Fuente Dé.

Si la campaña de 2022 fue de récord, esta ha superado todas las cifras conocidas hasta el momento. A la espera de disponer de los últimos datos de ocupación hotelera correspondientes al mes de septiembre –que se harán públicos este lunes–, las cifras de agosto revelaron, por un lado, un incremento de visitantes del 3%, pero un descenso de las pernoctaciones del 4,6%. Menos personas durmiendo en los hoteles. De hecho, la ocupación media por plazas en el mejor mes del año para el sector se quedó en un 72,8% (la octava del país). Este dato responde a la proliferación de alojamientos turísticos, en su mayoría ilegales.

En el caso de los alojamientos turísticos extrahoteleros (apartamentos, campings, casas rurales y albergues), y pese a que también les afecta esa competencia desleal, Cantabria registró en agosto un total de 850.551 pernoctaciones, lo que supone un 10,7% más que en el mismo mes del año anterior.

En septiembre y en lo que va de octubre parece que ese aumento de visitantes se ha mantenido. Al menos, así lo traslada Daniel Fidalgo, director del Silken Coliseum y del Silken Río Santander, que en septiembre experimentaron un crecimiento económico de facturación del 3% y el 5%, respectivamente. «En el caso del puente del Pilar el balance ha sido más favorable, de ahí que hayamos crecido en precio medio más de un 5%. Octubre ha ido muy bien, con una ocupación del 90%. Hay mucha gente en Santander, pero nos cuesta llenar».

Fidalgo coincide en que «se está desestacionalizando la plaza, ayudados por la climatología favorable y porque el norte está de moda, ayudados también por congresos y reuniones de empresa, que apuestan por el destino gracias a la calidad hotelera de la plaza y la visibilidad del destino por parte de los entes turísticos». A pesar de todo ello, se mantiene en la firme creencia de que «las previsiones de crecimiento a medio plazo han de ser moderadas al notar que cuesta mantener las altas cifras de ocupación por el impacto que ocasionan la viviendas turísticas, la gran mayoría sin licencia y sin controles».

Desde la Asociación Empresarial de Hostelería de Cantabria, su presidente, Javier Bedia, destaca que ese 95% de ocupación, «muy bien distribuida» del pasado puente, confirma que la región se va alejando de la temporalidad y desestacionalizando el turismo porque cuenta con los activos para ello, como una «gastronomía excepcional», que es «referente en España», y una geografía que permite tener a media hora la playa y la montaña, lo que ocurre en muy pocos lugares del país.

Bedia sostiene que la meteorología es un factor «importantísimo» y un «gran desestacionalizador», como en este caso, en el que el pasado viernes, 13 de octubre, el Parque de la Naturaleza de Cabárceno estaba completo y el sábado, que llovió, los turistas aprovecharon para conocer la región, lo que favoreció a restauración y hostelería de toda la comunidad. «El puente ha sido muy, muy bueno y se demuestra que poco a poco vamos alargando las temporadas y que si el tiempo nos acompaña se sigue trabajando».

El presidente de los hosteleros también destaca los buenos datos del sector durante el pasado septiembre y en los fines de semana, y el hecho de que Cantabria sigue teniendo «un gran atractivo» para las comunidades limítrofes.

«Estamos consiguiendo hacer un destino realmente atractivo, en crecimiento constante y si mantenemos estos estándares de calidad y seguimos dando a los turistas actividades, tenemos un montón de cosas que ofrecer», considera.

Aunque en menor medida, los comercios minoristas también se han visto beneficiados por esa prolongación de la temporada turística. Según los datos que maneja el secretario general de Coercán, Gonzalo Cayón, durante los meses de julio y agosto las ventas se incrementaron en torno a un 7%, respecto al año 2022. «Los puentes y épocas de gran afluencia turística son un incentivo, principalmente para la hostelería, pero también para nosotros».

A la espera de conocer los datos oficiales del INE y del Icane, el representante de los comercios cree que el crecimiento en septiembre «puede ir por el mismo camino que el de los meses anteriores, y, por las sensaciones que tenemos, serán datos que mejoren a los del año anterior». «Octubre ya es otro cantar. Pero se está consiguiendo las desestacionalización en los meses de junio y septiembre», añade Cayón, que recuerda las iniciativas de algunos ayuntamientos con los bonos comercio, para incentivar el consumo en meses de temporada baja como noviembre o febrero.

La llegada masiva de turistas a Cantabria en esta campaña también ha tenido su efecto en el aeropuerto Seve Ballesteros, que cerró el mes de septiembre con el mejor resultado de su serie al alcanzar los 123.400 pasajeros, lo que supone un incremento del 6,8% respecto al mismo mes de 2022 (que ya fue un gran resultado). De hecho, al aumento de viajeros hay que sumar igualmente un incremento de los movimientos de aeronaves, un 0,9% más hasta los 1.275 aterrizajes y despegues.

En los primeros nueve meses de 2023, el aeropuerto también ha superado sus mejores registros con 976.723 pasajeros, un 16,3% más que en el mismo período de 2022 y por encima con solvencia de los datos de 2019, lo que permite que el récord esté ya muy a tiro, a la espera de tres meses para cerrar el ciclo. Solo un batacazo (que no se espera) truncaría el resultado.

A finales de este mes arrancará la temporada de invierno, con una programación muy similar a la del año pasado.

A la hora de hacer su balance, la consejera del ramo, Eva Guillermina Fernández, avanza que la tendencia es que ese crecimiento del 15,6% del sector «continúe en septiembre y lo que llevamos de octubre». En su opinión, las cifras de la patronal «demuestran que Cantabria, como todo el norte, se ha consolidado como destino y fue descubierto tras la pandemia como un lugar con una oferta de calidad y muy variada». A ello se suma, dice, que el tiempo se ha asociado y las buenas temperaturas de los dos últimos meses han ayudado a que septiembre haya sido casi como un agosto y que en el puente del Pilar la ocupación haya sido tan alta.

«También influyen factores como la demanda de turismo de naturaleza, cultural y gastronómico, justo las tres fortalezas de Cantabria, así como la diversificación y la descentralización en los municipios, que han mejorado sustancialmente su oferta con nuevos productos e inversiones». El objetivo del Gobierno regional, es, según subraya, seguir apostando por la desestacionalización con iniciativas como la campaña Abierto x Vacaciones y la promoción de las instalaciones de Cantur y del Año Jubilar Lebaniego, que sirvan para atraer turismo todo el año. «Así lo demuestran los datos de Cabárceno y Fuente Dé, que tuvieron más visitantes en septiembre (2,6%) y la primera quincena de octubre (114%).