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La presión en la Unidad de Cuidados Intensivos de Valdecilla, por la que ya han pasado más pacientes en esta segunda ola que en la primera, elevó ayer el nivel de riesgo en Cantabria al último escalón del plan de respuesta diseñado por el ... Ministerio de Sanidad para el control de la pandemia. Los enfermos covid ya ocupan el 27,6% de las camas UCI del Servicio Cántabro de Salud (SCS), lo que ha obligado al hospital a habilitar en las últimas horas un nuevo espacio extra. En menos de una semana, la región ha pasado de moverse en una situación de riesgo medio (2) a escalar a la alerta extrema (4), lo cual implica que el coronavirus sigue su avance imparable -ninguna de las restricciones impuestas a modo de 'cortafuegos' ha surtido efecto aún- y que cada vez tensiona más al sistema sanitario, hasta el punto de que ya compromete el mantenimiento de las cirugías programadas. Si no desciende el número de contagios será necesario suspender la actividad hospitalaria no urgente, que es algo que ya «está sobre la mesa», avanzó ayer el consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez.
Que no se repita la parálisis quirúrgica de marzo y abril es precisamente lo que persiguen las medidas de contención del virus: evitar el colapso hospitalario. Pero al ritmo actual, lamentó el consejero, «tendremos que dejar de operar a gente que lleva mucho tiempo esperando».
Por eso, incidió en que la única forma de cortar las cadenas de transmisión del coronavirus es minimizando las interacciones sociales. Sin embargo, los datos del domingo, lejos de reflejar cualquier tipo de freno, confirmaron que la pandemia sigue en ascenso. Y prueba de ello son los 236 nuevos positivos detectados en un solo día, que elevan hasta 2.867 las personas con la infección activa. Eso contando que los lunes solían ser los días del balance 'bueno', aunque siempre relativo, porque lo habitual era que los fines de semana se realizaran menos pruebas PCR. Pero este domingo hubo más de 1.300 (similar a cualquier otro día) y el 17% resultaron positivas. La tasa de positividad de los últimos siete días en Cantabria es del 13,9% y incidencia acumulada en dos semanas ha alcanzado los 471 casos por 100.000 habitantes.
Y, además, volvió a subir el contador de víctimas mortales hasta los 267, siendo los dos últimos fallecidos dos varones de 80 y 97 años, ambos con patologías previas. Para cuando Sanidad informaba de los datos de la jornada previa, esa dramática cifra ya se había incrementado con otras dos muertes, notificadas durante la rueda de prensa que el consejero ofreció tras la reunión del Centro de Coordinación Operativa (Cecor), en la que participó junto a la delegada del Gobierno, Ainoa Quiñones, y a la consejera de Presidencia, Paula Fernández.
Rodríguez señaló que esta semana va a ser «complicada» porque la pasada se registraron días con más de 200 y 300 contagios nuevos -1.542 en total- y está estimado que entre el 8% y el 10% terminan hospitalizados unos días después. Ayer, el balance de la jornada apuntaba 177 ingresados, veinte más que el sábado, aunque el dato más preocupante era el notable incremento de personas en la UCI, que ascendían a 29. Se trata del mayor número alcanzado en esta segunda ola, que ya ha llevado a la UCI a más pacientes que la primera. Entonces fueron 66 las personas con covid-19 que se debatieron entre la vida y la muerte en Valdecilla. Ahora, ya suman 90, con más de 40 altas a planta. Y subiendo, porque la curva de contagios aún no ha tocado techo. El consejero apuntó que «la proyección es que las cosas empiecen a mejorar la semana que viene», que será cuando se cumplan los diez días a partir de las últimas restricciones, como el cierre perimetral de los municipios o la limitación de aforos y de la hostelería a las terrazas, y se espera el efecto de las anteriores.
No obstante, también dijo que si eso no ocurre y la situación se sigue complicando, se plantearán medidas suplementarias previas al confinamiento domiciliario, como endurecer el toque de queda o limitar más los aforos, que se podrían tomar a finales de esta semana o principios de la siguiente. El cualquier caso. apostó por ser «prudentes» antes de decidir nuevas medidas y dar tiempo a ver el fruto de las adoptadas ya, descartando así la aplicación de otras nuevas con la entrada en el nivel 4 de alerta sanitaria.
Con el fin de reducir el contacto físico (o sin las pertinentes medidas de seguridad anticovid) entre personas no convivientes, que es el gran caballo de batalla de esta crisis sanitaria, Rodríguez apuntó que «todavía podríamos aplicar medidas más duras, antes de decretar un confinamiento domiciliario». En todo caso, matizó que esas medidas afectarían a toda la región y no solo a determinados municipios, aunque haya algunos con más incidencia, refiriéndose a los que concentran los mayores núcleos de población. Entre los más afectados, figuran Santander, Camargo o Castro Urdiales. El consejero reconoció que la situación también se está «complicando» en las residencias de mayores, donde hay actualmente un centenar de casos activos y 21 ingresados. En cuanto al personal sanitario, señaló que constan 75 casos de «prácticamente a todas las categorías», siendo la más afectada la de enfermeros por contar con mayor volumen de trabajadores, seguidos de los médicos.
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José Carlos Rojo
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