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Álvaro Machín
Santander
Viernes, 27 de marzo 2020, 11:47
Era el único que quedaba. Un vuelo diario a Madrid. Llegada y salida, una vez al día. Era, en pasado, porque este jueves se completó el último itinerario, al menos hasta el próximo 20 de abril. La cancelación de ese vuelo por parte de Iberia deja al Seve Ballesteros sin programación comercial y supone, en la práctica, que la terminal estará cerrada al público hasta que cambie la situación. Hay que aclarar, no obstante, que esto no implica que el aeropuerto esté cerrado. La instalación, aunque sin público para unos vuelos comerciales inexistentes, está totalmente operativa para otro tipo de vuelos. Militares, sanitarios, de suministros, de emergencias...
El vuelo de Iberia con la capital era el superviviente desde finales de la pasada semana, cuando se cancelaron las pocas conexiones que quedaban. Ese único itinerario sirvió para traer, por ejemplo, a un grupo de cántabros residentes en otros países. Ante esa situación, el aeropuerto, dentro de las medidas de reorganización que se están llevando en todo el país, cerró su terminal al público durante buena parte del día. Tan solo se abría para atender a ese único vuelo (unas tres horas al día). Ahora, con la cancelación, el cierre de la terminal es ya permanente mientras la situación no cambie.
En todo caso, es importante aclarar que la infraestructura sigue totalmente operativa (con los trabajadores que ello implica en sus puestos), aunque no sea para vuelos comerciales. Por buscar ejemplos, pueden darse casos de trasplantes con transporte urgente de órganos o vuelos de seguridad por alguna emergencia.
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