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Aseguran que en Sierrallana se ha vacunado a «toda la dirección de la gerencia, la dirección de gestión, médica y de enfermería cuando, por el ... contrario, profesionales sanitarios que están en primera línea y que deben de tener prioridad absoluta todavía no han recibido siquiera la primera dosis». Y hablan del «absurdo» que supone haber facilitado las dosis antes «al encargado de mantenimiento de las televisiones, al gerente del quiosco, a personal que está en teletrabajo y hasta a un trabajador de la empresa de catering que no está en la actualidad activo». Esa es la denuncia que se efectuó ayer desde el Sector de Sanidad de la Federación de Empleados de los Servicios Públicos de UGT, que ha solicitado la destitución del gerente del hospital (que también lo es del Tres Mares), Pedro Herce.
El propio Herce aseguraba ayer no entender la denuncia, recordaba que «no se ha hecho nada diferente a lo que ha hecho el resto de gerencias» y se mostraba «absolutamente convencido de que los equipos directivos, que están desde el primer momento en primera línea, deben vacunarse», tal y como indica la Sociedad Española de Directivos de la Salud (Sedisa) y como indica el Ministerio en su protocolo (algo que recordaron ayer desde Sanidad). «Aquí mismo ha habido directivos contagiados en la gestión de un brote».
el protocolo
UGT insiste en «la falta de planificación y los incumplimientos reiterados» y ha puesto los hechos en conocimiento del consejero de Sanidad y de la gerencia del Servicio Cántabro de Salud. Piden el cese de Herce, que ayer salió al paso de esta denuncia. Recuerda que el 7 de enero se empezó con la vacunación y que se planteó a las gerencias «no a la nuestra, a todas», que debían ocuparse «del personal propio y de las empresas subcontratadas en servicios considerados esenciales». Habla de tareas como cafetería, cocina, limpieza o el quiosco, «que deben seguir prestando servicio al ser esenciales y que sabemos por propia experiencia que pueden ser un vector de contagio como asintomáticos». Con todos, se elaboró una lista de «población diana», con todo el personal «implicado en el mantenimiento de la actividad». Y da cifras. Entre adscritos a gerencia y subcontratas (a los que se añade el personal de la residencia covid de Suances y los estudiantes en prácticas), 1.682 personas. «Se facilitó un teléfono para la agenda de vacunación y hubo personas que no manifestaron interés y otras que expresamente lo rechazaron». En total, se planificó para 1.575 personas. «Y dentro de esa adherencia hay también liberados sindicales, por lo que veo difícil de entender su denuncia si se han vacunado».
Herce, que achaca lo ocurrido a la «incertidumbre» que provoca el retraso de las vacunas para la segunda dosis, insiste, además, en que personal asistencial y directivos han estado «viviendo en el hospital, contagiados, en cuarentena, aislados y sin ver a sus familias», sometidos a los brotes que se han dado en el centro. Por eso no se plantea «ningún cambio de postura». Porque se ha actuado como en el resto de hospitales (Valdecilla) y conforme a lo que dice Sedisa (postura que se defiende desde la Consejería y que ampara el Ministerio).
La polémica ha continuado viva este martes, porque el Sector de Sanidad de la Federación de Empleados de los Servicios Públicos (FeSP) de UGT ha emitido un comunicado en el que desmiente que «la mayoría de sus delegados sindicales que no están en primera línea fuese vacunado en la primera semana y con la primera dosis del protocolo establecido en el Hospital de Sierrallana«, tal y como ha asegurado el gerente del centro hospitalario, Pedro Herce.
El sindicato reitera su denuncia de que en esa primera fase de vacunación «fundamental para desarrollar el protocolo de vacunación tal y como se ha establecido por las propias autoridades sanitarias» sólo se vacunó un delegado de UGT y «porque era un enfermero que ha estado trabajando en primera línea y se encuentra ahora a disposición de incorporarse a su puesto de trabajo cuando así se lo requieran».
«Por mera coherencia y, aunque los delegados sindicales están incluidos en el protocolo de vacunación después de que se complete la del personal sanitario en primera línea, ningún delegado de UGT se vacunó en un primer momento y hoy en día muchos de ellos todavía no lo han hecho, incluido el responsable regional de sanidad del sindicato y trabajador del Hospital de Sierrallana».
El Sector de Sanidad de UGT critica que «por mucho que maree la perdiz» el gerente de Sierrallana« lo ocurrido con las primeras vacunaciones es «un descarado y poco ético incumplimiento del protocolo de vacunación, que no debería repetirse bajo ningún concepto».
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