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El anunciado cierre de las bases de Ryanair en Gran Canaria y Tenerife Sur (al que podría sumarse la de Girona) está generando preocupación más allá de las Islas Canarias por los posibles efectos colaterales que acarrearía esta decisión, que se materializará en enero ... . El más inmediato: la cancelación de rutas con puntos alejados de la Península «imposibles» de mantener, según representantes de los trabajadores- sin una base en origen o en destino (y la del aeropuerto de Santander no lo es) por el exceso en horas de vuelo.
Los sindicatos aseguran que peligra la conectividad de Santander con Canarias. Que se van a anular las rutas que actualmente existen en el Seve Ballesteros con Tenerife Sur y Las Palmas de Gran Canaria, salvándose únicamente la de Lanzarote. Falta saber cómo afectaría tal cancelación, en caso de ocurrir, al contrato que el Gobierno de Cantabria mantiene desde 2004 con la compañía irlandesa, que en febrero se prorrogó por cuatro años más. El Ejecutivo no contempla este escenario porque «no ha habido ninguna comunicación de la empresa en este sentido», según ha comentado a preguntas de este periódico, y se ciñe a los destinos y rutas de Cantabria ya confirmados para 2020.
Ryanair representa cerca del 70% del tráfico anual de pasajeros en el aeropuerto cántabro y ha transportado en estos catorce años un total de 8.160.630 pasajeros, entre las quince conexiones con las que ha operado en todo este tiempo.
La aerolínea niega la cancelación de ruta alguna. «Pero miente. Dice que no afectará a la conectividad, pero Cantabria se va a quedar sin las dos rutas», asegura Laura Estévez, secretaria de comunicación de USO. El mismo día en el que, tanto este sindicato como Sictpla, han convocado diez días de huelga de los tripulantes de cabina en septiembre en protesta por el cierre de las bases, han lanzado la alerta por la posible cancelación en cadena de rutas, con una sencilla explicación que, a su juicio, desmiente a Ryanair: «La tripulación, los pilotos y los aviones de las bases establecidas en Canarias solo hacen dos saltos diarios con la Península, porque son más de tres horas de viaje, con lo cual salen, llegan y vuelven desde el destino a la base. No se pueden hacer triangulaciones -que esa ruta se opere desde otro lugar de la Península- porque se pasarían de las horas de vuelo y está penado por ley».
Consultada la compañía sobre este temor de los sindicatos, Ryanair ha enviado a este periódico un escueto comunicado en el que insiste en que la conectividad con las islas está garantizada. «Como se anunció el 16 de julio, debido a la entrega tardía de hasta 30 aviones Boeing MAX este invierno, varias bases de Ryanair se reducirán o se cerrarán este invierno. Estas consultas se están llevando a cabo con nuestra gente en las bases afectadas actualmente. Ninguna ruta se verá afectada ya que serán atendidas por vuelos desde otras bases a partir de noviembre cuando comience el horario de invierno», indica la compañía, que de momento no ha confirmado oficialmente las bases en concreto que va a cerrar. Pero los representantes de los trabajadores tampoco se creen que la aerolínea pueda mantener las rutas con Canarias utilizando aviones procedentes de otras bases, puesto que, a su juicio, no dispone de los suficientes aparatos.
Sobre la convocatoria de huelga, los tripulantes de cabina de pasajeros (TCP) de Ryanair, representados por los sindicatos Sictpla y USO, han registrado este miércoles un preaviso de huelga para diez días para los días 1, 2, 6, 8, 13, 15, 20, 22, 27 y 28 de septiembre.
Los convocantes pretenden con esta medida «impedir el cierre» de las bases que la aerolínea de bajo coste tiene en Gran Canaria, Tenerife Sur y Gerona, cuya decisión dicen que ya ha trasladado la compañía al colectivo de trabajadores.
El posible cierre de las bases citadas aún no ha sido confirmado oficialmente por Ryanair. De producirse, el portavoz de Sitcpla, Manuel Lodeiro, opina que conllevaría despidos del personal directamente contratado por Ryanair y del que «aún está ilegalmente en las agencias satélite».
Con respecto a la inminente citación entre las partes en el Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje (Sima), el secretario de Organización de USO-Ryanair, Jairo Gonzalo, expresa en una nota que «duda mucho de la predisposición» de Ryanair a llegar a un acuerdo e incluso a presentarse con «talante negociador».
Si la aerolínea y los representantes de los TCP no llegaran a un acuerdo en este organismo de intermediación, los sindicatos advierten de que la huelga se convocará de manera formal.
Para el Sitcpla, la huelga está convocada «por una amenaza contundente, expresada no solo en la mesa, sino personalmente en las bases de Gran Canaria y Tenerife».
Añade que «los problemas generales con esta empresa (Ryanair) no obedecen a este hecho aislado, sino a un proceso de incumplimientos reiterado que nos ha abocado a la decisión más drástica que puede tomar una plantilla en defensa de sus puestos de trabajo».
Sitcpla concluye que confía en que Fomento «no vuelva a anular» la capacidad de huelga y no decrete «como el año pasado, unos servicios mínimos tan abusivos que ni siquiera permitan los paros».
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