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Hace un año, antes de la dimisión de todos sus cargos orgánicos de la vicepresidenta Yolanda Díaz tras los sucesivos fracasos electorales en los últimos comisiones autonómicos, el Movimiento Sumar anunció su intención de comenzar su despliegue por el territorio y crear una estructura ... orgánica estable en todas las regiones. Las turbulencias internas, incluida la propia salida de la ministra de Trabajo, retrasaron ese proceso. Ahora, doce meses después, con una evidente pérdida de apoyos a nivel nacional según todas las encuestas, parece que a la segunda será la definitiva y que el partido contará con liderazgos en Cantabria y en el resto de comunidades autónomas. En marzo, a más tardar.
La intención del Movimiento Sumar es que estas estructuras territoriales –por ahora solo existen en Galicia y País Vasco– estén constituidas antes de celebrar su Asamblea General, que tendrá lugar los días 29 y 30 de marzo. De hecho, ayer mismo se puso en marcha el calendario del proceso interno y cualquier inscrito que lo desee puede presentar ya su candidatura al puesto de coordinador general en Cantabria. Los aspirantes tienen hasta el próximo 30 de enero para formalizarla y presentar una breve biografía y motivación a modo de presentación.
¿Quién hace ahora de altavoz de Sumar en Cantabria y, por tanto, podría dar el paso? En teoría, la única cara visible del movimiento en la comunidad autónoma es Rosana Alonso, exdiputada nacional y exlíder de Podemos, que dejó su antigua formación en 2019 culpando a Pablo Iglesias de haberse «cargado el partido» en Cantabria por las injerencias de la dirección nacional de la formación morada. Ella fue la única cántabra que formó parte del «grupo promotor» de Sumar, un colectivo de cien dirigentes y personalidades de todo el país que se encargó hace un año de poner en marcha la plataforma. También ella recibió el encargo de empezar a crear la estructura del movimiento en Cantabria, aunque en la práctica en estos doce meses su actividad ha sido mínima.
Con el Documento Orgánico elaborado por Sumar para definir cómo se hará la elección de sus dirigentes –un texto muy abierto a distintas interpretaciones– no es sencillo dar mucho más detalles del proceso. Eso sí, hay algunos cambios respecto al modelo que se planteaba a comienzos de 2024. Ya no será una plataforma en la que integrar a militantes de otros partidos del ámbito de la izquierda, sino un partido al uso. De ahí que solo tendrán derecho a votar en los procesos internos aquellos inscritos que estén al corriente de la cuota, de cinco meses al mes de manera general y de dos para personas en situación de vulnerabilidad.
En realidad, el líder de Cantabria y del resto de territorios no será uno, sino dos: «Estará conformada por dos personas, que según criterio de paridad podrán ser hombre-mujer o mujer-mujer». Sus labores, además de la portavocía, serán las de mantener una coordinación y colaboración política y organizativa con los órganos de dirección estatal, definir e impulsar la línea política en el territorio y aprobar una Ejecutiva autonómica, entre otras.
Aunque inicialmente la votación de los coordinadores será presencial, el documento prevé que se habiliten procedimientos telemáticos. Todo eso tiene de dilucidarse en los «debates colectivos» que tendrán lugar entre el 31 de enero y el 9 de marzo y en los que pueden participar los miembros de Sumar en cada una de las comunidades autónomas.
El partido no ha dicho cuántas personas tendrán derecho al voto en Cantabria. También a partir de febrero tendrá que confirmar el número de delegados que enviará Cantabria a la Asamblea nacional, una cifra que dependerá de la cantidad de afiliados y su peso específico.
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