El súperanalista del covid en Cantabria

Desde que empezó la pandemia, todos los lunes por la mañana llega a la Consejería de Sanidad un informe que detalla la evolución del covid en Cantabria durante la semana anterior. En ese documento está todo. Desde la cifra de nuevos casos hasta los brotes identificados, pasando por el estado de la curva de contagios, la presión hospitalaria, la situación de cada municipio, la incidencia en residencias o el perfil de los positivos. Toda la información que maneja Sanidad para tomar decisiones está en esas páginas. Y cada lunes llevan la misma firma, la de Reinhard Wallmann, que es también quien comunica el balance diario que se transmite a los medios de comunicación.

El médico austriaco, vinculado al Servicio Cántabro de Salud desde hace trece años, será el sustituto de Paloma Navas al frente de Salud Pública tras su cese de hoy. Especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, formó parte del comité de desescalada de Cantabria e intervino en la Comisión sobre el covid en el Parlamento el pasado mayo. Allí reveló un dato que, por entonces, era uno de los grandes misterios de la crisis sanitaria: «Sólo el 6% de los cántabros ha pasado el coronavirus», dijo en el hemiciclo, una cifra muy baja para lo que consideraban los expertos por aquel entonces. Y así lo confirmó el estudio de seroprevalencia del Ministerio.

Fue nada más terminar la preparación de las oposiciones de Medicina Preventiva y Salud Pública cuando Wallmann se vio, de repente, «metido en una tormenta impresionante» llamada covid-19, como él mismo relató en una entrevista a El Diario Montañés el pasado mes de junio. «Fue muy duro, sentía mucha responsabilidad y, a la vez, nos enfrentábamos a una gran incertidumbre. Veíamos la situación en Madrid y decíamos ¡madre mía, lo que nos viene! La sensación era como ir en un autobús a 140 kilómetros por hora sin saber si los frenos te iban a funcionar».

Durante todos estos meses, ha vivido inmerso en los datos de la pandemia, analizando las cifras de casos por municipios, de muertes, de camas ocupadas y pacientes recuperados que cada día se actualizan en la web del SCS gracias al sistema de recuento diseñado desde la Dirección General de Transformación Digital, que en la segunda ola «nos permitió tener ojos para ver al virus» y detectar así los puntos 'calientes'.

La llegada de Wallmann a Salud Pública podría suponer un cambio de estrategia en el control del covid, ya que el médico austriaco ha reconocido que «muchas veces los rastreos llegan tarde», recomendando poner el acento especialmente en la contención de los llamados superpropagadores. «Lo que se ve con la última evidencia y los modelos matemáticos es que el 20% de los afectados produce el 80% de los casos secundarios». Es decir, ya no valdría sólo con identificar a los contactos estrechos que hayan estado sin mascarilla a menos de dos metros de un positivo durante más de 15 minutos en los dos días previos a los síntomas, que son los criterios que establece el protocolo de Salud Pública.

El nuevo director del área era partidario, el pasado junio, de imponer «pocas reglas, reglas claras y que se imponga el sentido común». Habrá que ver si piensa lo mismo tras la escalada que empieza a vislumbrarse tras las fiestas navideñas. Wallmann sí tiene claro que intentar legislar cada circunstancia de la vida de cada uno de los ciudadanos «lleva a la confusión y distrae de lo importante». «Cada ciudadano debe de saber perfectamente cuáles son las vías de transmisión del virus y qué hay que hacer para interrumpirlas», comentaba hace seis meses, cuando todo el mundo ya tenía claro que la mascarilla, el lavado de manos y la distancia de seguridad eran claves para erradicar los contagios.

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