El tirón de Reyes se nota en el comercio

«Esta semana es, teóricamente, la mejor del año», resumía este lunes Ángel Benito, de Calzados Benito. Ocurre que «la gente apura, les pilla el toro» y por eso estos días deberían ser de «máxima venta». Este lunes, primer día, la mañana empezó tranquila pero con la sensación de que «hay ánimo». Por eso están «contentos». El domingo subieron la persiana y la jornada fue mejor de lo esperado. Hasta ahora la gente se ha decidido a comprar regalos durante la campaña navideña aunque en general ha sido «flojita», reconoce Benito. Eso sí, algo que marca de manera clara el avance de la semana es el tiempo: «Es fundamental que haga bueno».

Siempre hay personas previsoras que ya tienen todo preparado y aprovechan estos días para los últimos detalles o, quizá, comprar alguna cosilla olvidada. Pero lo cierto es que muchos clientes de los que miran escaparates y entran y salen de las tiendas son quienes no han tenido oportunidad de ir antes de compras. «He tenido mucho trabajo y, además, con esto del covid he ido atrasando el momento de las compras así que me toca aprovechar los últimos días», contaba este lunes Yolanda Jiménez, cargada con varias bolsas mientras decidía si entrar o no en un comercio de Juan de Herrera, en Santander.

Por la misma zona, Lola Alsina, recorría también las tiendas para cerrar ya la lista de regalos. «Me queda todavía alguna cosilla, pero estoy en ello», contaba la vecina de la capital cántabra. ¿Por qué se dejan las compras para última hora? «Porque parece que nos va a dar tiempo de hacerlo antes, pero andamos muy ocupados», reconocía. Quizá el ajetreo en las principales vías de la ciudad no se traduzca en compras en los comercios, pero lo cierto es que ayer las calles lucían «animadas. Parece que con este sol la gente se ha echado a la calle», valoraba también la vecina.

Una sensación que perciben los comerciantes. Precisamente por eso las expectativas de cara a la semana son buenas. «Hace bueno y eso ayuda, esperemos que el ritmo de ventas aumente», comenta Ana Pico, de Regalos Pico. Porque estos días previos al festivo de Reyes, convierten a la semana en «la mejor» en nivel de ventas, pero de momento ha empezado «poco a poco». Al menos estos últimos días el buen tiempo ha atraído a «mucha gente» que llena las calles y eso siempre atrae gente al negocio. Si se mantiene igual, las expectativas son positivas. La campaña navideña también ha ido «según lo previsto. Tranquila y similar al año pasado», añade la comerciante. Les ha pasado factura el miedo al covid que aún queda en la sociedad «al menos a estar mucho tiempo dentro de un comercio. La gente está muy comedida».

No importa el tiempo que pase ni que el 6 de enero sea una de esas fechas inamovibles y marcadas en el calendario de todos los años. Al final, por una cosa o por otra, siempre se dejan las compras para la última hora y ese ajetreo antes de Reyes llega también a los centros comerciales. «Voy totalmente rezagada. Este martes es el cumpleaños de mi madre y el miércoles el de mi marido», resumía este lunes Andrea García mientras esperaba a que una de las trabajadoras de El Corte Inglés terminara de envolver los regalos. Demasiados eventos en tan poco tiempo. En su caso esta suele ser una «semana complicada». Con tanto trajín normalmente «suelo ser más previsora», reconocía. Sin embargo este 2022 ha dejado las compras «para última hora» así que ayer optó por acercarse al centro comercial, aprovechar la mañana y «comprarlo todo del tirón».

Cargada con bolsas y en busca de la zona de empaquetado iba Carmen Giral, también clienta de El Corte Inglés. «Me encanta venir porque aquí encuentras de todo», comentaba. De un viaje puede aprovechar y terminar con los regalos de la familia. «Esto que llevo es lo último que me faltaba ya», señala mirando las fotos. Para esta vecina de Santander, invertir los primeros días del año en compras no es una rutina nueva. Al contrario, es casi una costumbre. «Suelo dejarlo para unos pocos días antes, no para la víspera. He venido ya porque quiero dejarlo todo preparado cuanto antes», añade Carmen que, finalmente, tras ver la cola de espera para envolver los regalos, prefirió irse a casa.