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Un camión rueda de media 11.000 kilómetros al mes y consume unos 4.000 litros. ¿Qué supone para el transportista hacer su trabajo ahora con el precio que está alcanzando el litro de gasóleo? «Que la factura mensual sea entre 1.800 o 2. ... 000 euros más cara», dice José Andrés Cianca, presidente de la Asociación de Empresarios de Transportes Discrecionales de Mercancías por Carretera de Santander y Cantabria (Asemtrasán), que reúne a 470 camioneros, el 90% de ellos autónomos, y una flota de mil camiones, que están haciendo frente a una «situación extraordinaria» marcada por la guerra en Ucrania y el conflicto energético que está provocando: «Estamos al borde de tener que parar nuestra actividad», advierte.
Ante la compleja situación que atraviesa el sector por la carestía del combustible, el Comité Nacional de Transporte ha pedido una reunión con el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, para ver «qué fórmulas pueden aliviar esta situación». Para Asemtrasán, el precio del gasoil es el principal problema: «Desde el 1 de enero hasta este jueves, el carburante ha sufrido un incremento del 45%, así que, con este precio, no es que salgamos perdiendo dinero, es que salir nos supone arruinarnos», explica Cianca.
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«El Ejecutivo tiene la capacidad para aplicar medidas excepcionales en situaciones excepcionales», dice, y una de las soluciones que plantea es que, «mientras dure esta situación, intervenga el precio del gasoil en la medida que pueda para frenar la escalada en el precio que estamos sufriendo».
¿Hay riesgo de desabastecimiento? «Ahora mismo, no hay riesgo, pero no descartamos que en unos días esto colapse, ya que hay compañeros que están pensando en parar el camión si la situación no se reconduce», asegura Cianca. Coincide en el diagnóstico Gerardo Pontón, secretario general de la Agrupación Empresarial de Transporte de Cantabria (Aetrac), que aglutina a 140 empresas de transporte de la región con una flota de 2.500 camiones: «No, para nada hay riesgo de desabastecimiento», dice Pontón, para quien la subida del precio del carburante se puede sobrellevar gracias al «acuerdo histórico» alcanzado en diciembre con el Ejecutivo y que supuso la aprobación de un Real Decreto que permite «repercutir el precio del gasóleo en la factura final del porte al cliente».
Antes, esa repercusión era un acuerdo 'voluntario' entre las partes, pero ahora el cliente «está obligado por ley a admitirlo», dice Pontón, ya que el Real Decreto entró en vigor el pasado 2 de marzo tras su publicación en el BOC. A su juicio, «el margen del Gobierno para tocar el precio del gasóleo es muy limitado. Por un lado, el impuesto de hidrocarburos está casi en el mínimo que fija la Unión Europea y, por otro, sería el IVA, que tampoco solucionaría nada si se baja del 21% al 10%. La situación es muy complicada, pero el instrumento para salir adelante está ahí», subraya. Más que el precio del gasóleo, su preocupación es el efecto de la crisis energética en las industrias y las empresas, «porque van a bajar la producción, muchas tendrán incluso que cerrar, lo que va a provocar que se van a dejar de transportar muchísimas cosas».
A la compleja situación de los transportistas se une también la huelga convocada por la Plataforma para la defensa del sector del transporte para este próximo lunes, 14 de marzo: ¿Cantabria va a participar? «No, en absoluto», responde Pontón. Y tampoco lo hará Asemtrasán: «Ninguna asociación o federación nacional que forme parte del Comité Nacional de Transportes secunda el paro convocado por esta plataforma», señala por su parte Cianca. «El paro no es la solución y tampoco sabemos cuáles son los intereses que reclama esta plataforma», añade.
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