Tras los pasos del ferrocarril

Las obras para incorporar al Camino Natural del Santander-Mediterráneo los 61 kilómetros de explanación ferroviaria que atraviesan las Merindades están muy avanzadas. Aunque la apertura oficial está prevista para el verano de 2022, son muchos los peatones y ciclistas que ya utilizan los trozos acondicionados. Sin embargo, la senda se interrumpe en todos los puentes del trazado, que requieren de soluciones técnicas más complejas y han sido excluidos de la primera fase de la intervención. Este tramo burgalés enlaza, por un lado, en dirección a Soria, con el de La Bureba, de 43 kilómetros, y, por el otro, en dirección a Santander, con el de La Engaña, de 6 kilómetros. Este último ramal que lleva hasta el túnel de la divisoria empalma con el resto del itinerario a través del viaducto de Santelices sobre el río Nela y la carretera de Villarcayo. En este singular puente de once arcos se remata la instalación de barandillas metálicas, una vez arreglada la plataforma.

El Ministerio de Agricultura descarta incorporar el túnel de La Engaña al proyecto, lo que impide unir la senda burgalesa, que llegará hasta Valencia, con la cántabra. El Gobierno de Revilla trabaja en coordinación con el Ministerio para convertir en camino natural los tres kilómetros que median entre la boca norte del túnel y la estación de Yera, y estudia la manera de conectar Yera con Ontaneda, desde donde ciclistas y andariegos pueden ir hasta Santander por carriles como el de la antigua traza del ferrocarril de Astillero.

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