El traslado del 112 a Cazoña se retrasa por la falta de dos permisos del Estado

Ese segundo y definitivo traslado ya sería posible. Los condicionantes técnicos están salvados, pero ahora existe un problema ajeno a la comunidad autónoma: faltan dos permisos que tiene que remitir sendos organismos dependientes del Gobierno central. El primero lo emite la Agencia Estatal de Seguridad Aérea y el segundo es un visto bueno de la Jefatura Provincial de Inspección de Telecomunicaciones. La nueva responsable del departamento, la popular Isabel Urrutia, confirma que el Ejecutivo regional está esperando estos permisos para poder mover ficha, pero no hay un calendario cerrado «porque no depende de nosotros». En el momento en que lleguen a su despacho dará la orden para poner en marcha la nueva sala del 112, que incrementa los puestos de gestión de emergencias y cuenta con un sistema digital más eficaz.

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José Carlos Rojo

A partir de ese momento, durante un tiempo estarán funcionando de forma simultánea ambas salas para garantizar una transición segura. Y una vez que concluya el proceso completo de migración, la sede de Nueva Montaña quedará vacía. Se trata de un inmueble que el Gobierno de Cantabria tiene alquilado por cerca de 200.000 euros al año. Lo que ocurre es que este contrato no se podrá rescindir por ahora porque el arrendamiento incluye una nave anexa en la que están las instalaciones de los Talleres y la Imprenta Autonómicos. Hasta que no se busque una nueva ubicación también en un inmueble público para ambos centros, Cantabria tendrá que seguir pagando la anualidad al completo a pesar de que la sede del 112 quede vacía.

La nueva sede del 112 en Cazoña es mucho más amplia y luminosa, pero su principal novedad es su funcionalidad. El centro cuenta con una renovada plataforma tecnológica, capaz de incrementar el número de puestos de gestión de emergencias y funcionar en las condiciones más difíciles, como la afectación por cualquier circunstancia de la propia sede (fuego, inundaciones, terremotos...). Además, tiene un nuevo sistema digital que permite replicar la sala en cualquier lugar con ordenadores si quedara fuera de servicio.

La antigua sede del Gobierno de Cantabria, donde ahora se construye el Museo de Prehistoria y Arqueología (Mupac), fue el edificio que albergó la primera sede del 112, organismo que moviliza y coordina a todos los efectivos que intervienen en la resolución de emergencias de la región. Seis años después, tuvieron que hacer las maletas dentro del mismo Santander para instalarse en la antigua Clínica de Maternidad, en la calle General Dávila, donde ahora se encuentra el Instituto Cántabro de Servicios Sociales (Icass). Pero esta tampoco sería su mudanza definitiva. En 2008 se trasladaron al polígono de Nueva Montaña, en las afueras de la capital, en donde han trabajado durante quince años. Hasta ahora, cuando parece que ya han encontrado su destino definitivo: un edificio de 700 metros cuadrados, propiedad del Gobierno, que se ubica en el santanderino barrio de Cazoña.

La sala del 112 del Gobierno de Cantabria atendió el pasado año 276.509 llamadas, 757 al día, de las que más de la mitad 144.858 (52,38%) fueron de emergencia.

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